El Ayuntamiento de Cádiz ha celebrado hoy una ofrenda floral ante el busto del padre de la patria andaluza, Blas Infante, que se encuentra situado en la plaza Asdrúbal. Este acto se ha organizado con motivo de los 80 años del asesinato del máximo ideólogo del andalucismo político, que fue fusilado en la madrugada del 10 al 11 de agosto de 1936.
El alcalde de Cádiz, José María González, ha presidido este homenaje acompañado por el primer teniente de alcalde, Martín Vila, los concejales Manuel González Bauza y Adrián Martínez de Pinillos, y el portavoz de la Plataforma para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cádiz, Antonio Chico. Junto al busto, el regidor ha recordado que hace 80 años “Andalucía se quedaba huérfana”. “El fascismo nos arrebató a nuestro padre, al padre de la patria andaluza, el gran Blas Infante”. Las fuerzas golpistas, ha señalado, lo mataron en el kilómetro 4 de la carretera de Sevilla a Carmona junto a otros compañeros republicanos. “Pero no mueren las ideas, aunque se asesine a los hombres y mujeres que las defienden. Y para entonces ya sabíamos que era necesaria una reforma agraria que repartiese la tierra y dejara de condenar a generaciones y generaciones de jornaleros a la miseria; ya sabíamos luchar por hacer del pueblo andaluz un pueblo libre; ya sabíamos que una vida mejor pasa por los valores de libertad, igualdad, cultura, paz y educación y, ante todo, ya habíamos recuperado el orgullo y la alegría”.
Asimismo, González ha recordado el escarnio que se le hizo al padre de la patria andaluza, como a muchos otros represaliados y asesinados: “Cuatro años después de su asesinato, el 4 de mayo de 1940, el Tribunal de Responsabilidades Políticas franquista lo condenó post mortem por actividades propagandísticas de un partido regionalista e impuso a sus herederos una multa de dos mil pesetas. Escribiendo así un capítulo más de esta ignominia”.
Durante su discurso, el alcalde también ha comentado que Blas Infante compartió suerte con los concejales republicanos del Ayuntamiento de Cádiz asesinados por el franquismo, los mismos que hasta hace apenas cuatro meses no habían sido homenajeados en la que un día fue su casa. “Tan sólo un mes antes de su asesinato, el 12 de julio de 1936, compartió con ellos una visita a nuestro Ayuntamiento, a Diputación y al Conservatorio de Música y Declamación. Y en el balcón principal del Ayuntamiento que ahora tengo el honor de presidir, Blas Infante izó una bandera andaluza e hizo una advertencia para el futuro: ‘La bandera andaluza que aquí hemos izado no nos traerá la paz, ni la esperanza, ni la libertad que anhelamos si cada uno no la lleva en su corazón”.
El primer edil ha concluido su discurso defendiendo que “con la paz, la esperanza y la libertad en nuestros corazones, seguiremos trabajando para que esta tierra sea, como él quería, una tierra de progreso e igualdad”.
El acto ha concluido con el cántico del himno de Andalucía.