La tormenta Earl ha causado hasta ahora 45 muertos en los estados mexicanos de Veracruz y Puebla, informaron hoy las autoridades, convirtiéndose en el temporal más mortífero en el país en tres años, mientras se espera que el ciclón Javier toque tierra este martes en Baja California Sur.
El coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Luis Felipe Puente, dijo en conferencia de prensa que las cifras oficiales de víctimas fatales de Earl son 13 en Veracruz y 32 en Puebla.
Sin embargo, advirtió de que podrían aumentar porque, debido a las lluvias generadas por la tormenta, "existen riesgos en zonas de laderas en Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla".
Previamente, Puente había explicado en una entrevista radial que los problemas ocasionados por Earl se deben a los derrumbes de laderas de montañas y a los asentamientos irregulares existentes en varias regiones de Veracruz y Puebla.
Estas comunidades están prácticamente incomunicadas, por lo que se dificultan las labores de rescate.
"Son caminos de terracería muy pequeños en los que nos ha costado mucho trabajo ingresar porque los deslaves se han dado en toda la zona alta de la montaña", indicó el coordinador de Protección Civil, que afirmó que la zona continúa siendo peligrosa.
Alertó de que los ríos están casi al 100 % de su capacidad y cualquier lluvia ocasionará desbordamientos.
Earl, que alcanzó la categoría de huracán a su paso por el Atlántico, perdió fuerza en su trayectoria por el territorio mexicano, si bien sus remanentes, caracterizados por lluvias torrenciales, afectaron gravemente a varios estados este fin de semana.
En el mismo encuentro con medios en que participó Puente, el director de la Comisión Nacional del Agua, Roberto Ramírez, dijo que se espera que la tormenta tropical Javier toque tierra este martes, y advirtió de que su peligrosidad no radica en la fuerza de sus vientos, sino en su casi nulo desplazamiento, ya que "prácticamente se encuentra estacionado" en el Pacífico.
Esta condición puede generar una alta acumulación de lluvias, por lo cual el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) estableció una zona de prevención por efecto de tormenta tropical desde San Evaristo hasta Cabo San Lázaro, Baja California Sur.
También mantiene una zona de vigilancia por efecto de tormenta tropical desde San Evaristo hasta Loreto, y de Cabo San Lázaro hasta Puerto San Andresito, en el mismo estado.
En su informe de las 22.15 hora local (03.15 GMT del martes), el SMN indicó que en las últimas horas Javier se ha debilitado rápidamente, desplazándose hacia el noroeste, paralelo a las costas de la porción suroeste de Baja California Sur.
Se prevé que el centro del sistema cruce muy cerca de Cabo San Lucas durante las próximas horas.
Actualmente se encuentra a 50 kilómetros al sur-sureste de Cabo San Lucas, Baja California Sur, mientras se desplaza con dirección noroeste a siete kilómetros por hora.
Javier genera vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora y rachas de hasta 110, señaló en SMN, y advirtió de que la tormenta genera potencial de tormentas puntuales intensas en Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit y Jalisco; muy fuertes en Durango y Colima, y fuertes en Sonora y Chihuahua.
Además, se prevén vientos fuertes y oleaje elevado en las costas de Baja California Sur, Sinaloa, Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit, según el organismo, que recomendó a la población en general y a la navegación marítima extremar precauciones por lluvias, viento y oleaje, así como atender las recomendaciones del Sistema Nacional de Protección Civil en cada entidad.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó este lunes su solidaridad con las familias de las víctimas de Earl, y pidió a la población mantenerse alerta ante el paso de Javier.
Peña Nieto afirmó que ha instruido a diferentes dependencias del Gobierno para que brinden "el mayor apoyo" a los familiares de las víctimas mortales y a "la población que tuvo daños, devastación, que perdió su patrimonio, su casa".
En septiembre de 2013, el embate simultáneo de los huracanes Ingrid y Manuel, desde el Atlántico y el Pacífico respectivamente, causó 157 muertos y cientos de miles de damnificados en 23 estados de México.