Cientos de lebrijanos han despedido hoy al "gitano rubio" como era conocido Juan Peña El Lebrijano, en una misa funeral oficiada en la parroquia Nuestra Señora de la Oliva de su localidad natal.
El féretro del cantaor flamenco, portado por familiares y amigos y cubierto con la bandera del pueblo gitano, ha abandonado el teatro Juan Bernabé de Lebrija bajo un intenso calor al filo de las doce del mediodía, donde ayer se instaló su capilla ardiente, llevado a hombros por sus parientes más allegados.
El cortejo fúnebre ha recorrido las calles de Lebrija ante la mirada compungida de cientos de vecinos de la localidad sevillana, que se han congregado para dar el último adiós a uno de sus conciudadanos más ilustres.
Al sepelio del Lebrijano han acudido muchos de sus amigos, tanto del mundo del flamenco como de otros ámbitos, como el torero Curro Romero, el cantante Antonio Cortés Pantoja Chiquetete y el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia, entre muchos otros.
El diestro de Camas, en declaraciones a los periodistas a la entrada de la parroquia, ha recordado alguno de los momentos que vivió junto al "gitano rubio", y lo ha descrito como "una persona muy sencilla, cariñoso, muy de verdad" y que ha dejado una "huella imborrable para toda la vida".
El cantante Antonio Cortés Pantoja Chiquetete ha dicho que "es una gran pérdida" para el mundo del flamenco, pero que él, al menos, "ha tenido la suerte de trabajar con él, con Pedro -hermano del Lebrijano- y con toda esa plebe tan buena".
También ha querido acompañar a los restos mortales de Juan Peña el presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia, quien ha destacado la importancia de un hombre que "ha hecho época en la historia del pueblo gitano, porque, desde el arte, ha hecho evolucionar la cultura gitana de modo que perviva para siempre".
"Los gitanos de España tenemos hoy una gran pena" ha continuado Ramírez Heredia, visiblemente emocionado, "pero al menos nos queda el recuerdo de saber que junto a nosotros ha estado uno de los más grandes", ha añadido.
Entre los asistentes también se encontraban personalidades políticas como el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, la alcaldesa de Jérez, María del Carmen Sánchez, o el exconsejero de Cultura de la Junta de Andalucía Juan Manuel Suárez Japón, y otras grandes figuras del mundo del flamenco como Alonso Núñez Rancapino o Gaspar de Perrate, primo del fallecido.
El féretro, a su llegada a la parroquia, ha sido recibido por los acordes de las bienaventuranzas entonadas con el sentido y grave tono del cante jondo, al tiempo que en torno al fallecido cantaor se arremolinaban los presentes, que lo esperaban al refugio de las bóvedas de Nuestra Señora de la Oliva.
Los nervios entre los familiares, a flor de piel desde que ayer se conociese la trágica noticia, han hecho mella en el hermano del cantaor, Pedro Peña, que en el transcurso de la misa se ha sentido indispuesto y ha tenido que abandonar el templo por una puerta lateral ayudado por agentes de Protección Civil.
Al término de la misa, los restos mortales del Lebrijano han sido trasladados al coche fúnebre entre gestos ostensible de dolor de sus más allegados y mientras una larga y sentida ovación despedía al cantaor que "que mojaba el agua".