El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva ha condenado a siete años de prisión a tres personas -los padres y su hijo- por un delito intentado de asesinato tras intentar matar a apuñaladas a un hombre en la barriada del Torrejón en la capital onubense en junio de 2014, y clavarle dos de ellas en la zona torácica y dos en la cavidad abdominal. Todos son miembros de dos familias que se encuentran profundamente enemistadas habiendo presentando ambas diversas denuncias por lesiones y amenazas con anterioridad.
Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el tribunal también los condena a pagar una multa de 3.240 euros --una cuota diaria de seis euros durante 18 meses-- como autores de un delito de quebrantamiento de medida cautelar, ya que éstos tenían impuesta una prohibición de aproximarse a la víctima en un radio de 200 metros por un auto fechado en diciembre de 2013.
De igual forma, les impone la prohibición de aproximarse a una distancia inferior de 200 metros respecto a la víctima y a dos de sus familiares, así como de comunicarse durante diez años de forma simultánea al cumplimiento de la pena de prisión. También tendrán que indemnizar con 36.000 euros a la víctima por las lesiones y secuelas.
El juez considera probado que el 4 de junio de 2014, a las 17,00 horas, el hijo de la víctima se encontraba en la barriada del Torrejón cuando vio a uno de los condenados amenazarle, momento en el que llamó a su padre --la víctima--, que acudió con su esposa.
En esos momentos, dos de los condenados --el padre y el hijo-- se fueron hacia el hijo de la víctima, que consiguió huir, pero el hijo condenado se cercó al agredido, que se encontraba de espaldas y con intención de matarlo, le asestó una cuchillada en la zona torácica que hizo que éste se desplomara en el suelo, mientras que los otros dos condenados gritaban "mátalo, sigue, no pares", entonces le propinó otra cuchillada en el tórax y otras dos más en la zona abdominal.
Del mismo modo, otro vecino y la madre del autor de las puñaladas amenazaron con un cuchillo y sujetaron a familiares de la víctima para que no se acercaran a auxiliarlo.
Como consecuencia de esta agresión, el herido tuvo lesiones que precisaron 90 días para su curación, 12 de ellos de hospitalización y 48 impedido para su profesión, unas lesiones que hubieran causado su muerte de no haber recibido asistencia médica urgente, quedándole secuelas como las cicatrices y un trastorno neurótico.
EL JUICIO
Durante el juicio, el autor de las puñaladas reconoció que portaba una navaja y que tuvo intención de matarlo, pero que estaba solo y que antes del apuñalamiento hubo una disputa previa.
Por su parte, los padres de éste, también condenados, negaron que estuvieran en el lugar cuando se produjo la agresión ya que el padre aseguró que estaba durmiendo y que se enteró por la noche por su mujer y ésta indicó que estaba en casa con sus hijas pequeñas cuando alguien vino a decirle que su hijo se estaba peleando.