Estados Unidos instó hoy a otros 50 países a compartir más información de inteligencia entre todos con el fin de reducir el riesgo de terrorismo nuclear de grupos como el Estado Islámico (EI), en una cumbre a la que Washington busca dar continuidad con un nuevo grupo de trabajo que se reunirá anualmente.
La posibilidad, por el momento hipotética, de que grupos como el EI o Al Qaeda obtengan el material nuclear que albergan varios países del mundo y consigan fabricar un artefacto atómico improvisado fue el tema principal de la IV Cumbre de Seguridad Nuclear, que se cerró hoy tras dos días de reuniones en Washington.
"Todos estamos de acuerdo en que derrotar a grupos terroristas como el EI requiere que compartamos más información. Todos entienden eso después de lo que ha ocurrido en Bruselas, en Turquía, Pakistán y tantos otros países", dijo el presidente de EEUU, Barack Obama, en una conferencia de prensa al acabar la cumbre.
"Hoy he invitado a las naciones representadas en esta cumbre a unirse a una conversación más amplia entre nuestras agencias de inteligencia y seguridad sobre cómo podemos mejorar la forma en que compartimos información dentro de nuestros Gobiernos y entre nuestras naciones", continuó.
Ese diálogo entre los más de 50 países representados en la cumbre se centrará en "prevenir todo tipo de ataques terroristas, especialmente aquellos que puedan implicar armas de destrucción masiva", añadió.
En una sesión de la cumbre dedicada al tema, Obama reconoció que hasta ahora "ningún grupo terrorista ha tenido éxito para hacerse con un artefacto nuclear", pero instó a hacer "todo lo posible" para prevenirlo.
Tras esa sesión, los asistentes a la cumbre afirmaron en un comunicado conjunto que "el riesgo del terrorismo nuclear y radiológico sigue siendo una de las mayores amenazas a la seguridad internacional, y esa amenaza evoluciona constantemente".
"Hay que trabajar más para prevenir que actores no estatales obtengan materiales nucleares o radiactivos que podrían emplearse para propósitos maliciosos", sostienen los dirigentes.
El principal anuncio de la cumbre fue la creación de un nuevo grupo de trabajo internacional sobre seguridad nuclear que se reunirá anualmente para impulsar el debate sobre ese tema, y en el que participarán 39 países, entre ellos España, EEUU, China, India, Francia, Reino Unido, Japón, Argentina, México o Chile.
Ese grupo busca dar continuidad al proceso de cumbres de seguridad nuclear que se inició en 2010 a iniciativa de Obama, y que tuvo hoy su última edición, dado que el presidente estadounidense dejará el poder en enero y no está claro que su sucesor quiera tomar el relevo.
Con el apoyo de la ONU y la Interpol, expertos de esos 39 países se reunirán al menos una vez al año "para preservar las redes de cooperación que hemos construido (a lo largo de las cumbres), para institucionalizar este trabajo y para seguir obteniendo avances durante muchos años", explicó Obama.
La cumbre se vio ensombrecida por la ausencia de Rusia, el país con el mayor arsenal nuclear del mundo, que pese a haber asistido a las ediciones anteriores decidió no enviar esta vez a ningún representante por considerar que la cita interfería en el trabajo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Obama destacó hoy que es "muy difícil" ver grandes avances en el desarme nuclear mundial "a no ser que Estados Unidos y Rusia sean líderes" en ello, porque esos dos países concentran más del 90 por ciento de las armas nucleares del mundo.
En 2011, Estados Unidos y Rusia firmaron un nuevo tratado START de desarme para que en 2018 las ojivas que poseen estén en su nivel más bajo desde la década de 1950, y ese objetivo "se está cumpliendo" gradualmente, según Obama.
Pero al mandatario estadounidense le gustaría "reducir aún más el arsenal nuclear" de los dos viejos enemigos de la Guerra Fría, y después de la firma del tratado contactó con el Gobierno ruso para "iniciar una nueva fase de reducción" de las armas de ambos países.
"Dado que (el presidente ruso, Vladímir Putin) regresó al poder e impuso una visión que enfatiza el poder militar por encima del desarrollo dentro de Rusia y la diversificación de su economía, no hemos visto el tipo de avances que habría esperado con Rusia" en lo nuclear, admitió Obama.
Poco después de llegar al poder, en 2009, Obama pronunció un discurso en Praga en el que presentó una ambiciosa agenda para avanzar hacia "un mundo libre de armas atómicas", y hoy reconoció que no ha logrado todo lo que se propuso.
"Ya dije en Praga que cumplir esta agenda no sería algo rápido, y que quizá no ocurra mientras yo esté vivo. Pero hemos empezado", argumentó.