Hace 5 años, un grupo de mujeres cofrades decidieron tomar un desayuno de forma conjunta, al igual que lo hacían sus esposos, al fin y al cabo, cargadores de La Isla. Como manifiesta Esperanza Guerrero, una de las promotoras de este desayuno, “la idea del desayuno fue espontánea y en una reunión de amigos donde las mujeres hablamos que en fechas de Semana Santa los hombres tenian un desayuno en Domingo Ramos donde se reunían y hablaban de sus cosas, mientras nosotras nos quedabamos en casa sin poder participar como antaño donde este desayuno de ellos rotativamente cada año se hacía en la casa de uno de ellos y la mujer era mas participativa ya que lo elaboraba y ellos en agradecimiento le hacían un obsequio, que consistía en un ramo de flores.
Una vez que el número de cargadores se incrementó de forma notable, se dejaron las casas donde se hacían y se optó por hacerlo en un local donde todos pudieran entrar. Todos, pero no las mujeres, que así se vieron desplazadas. De esta forma, recuerda Esperanza que “las mujeres nos quedamos fuera de esta participación y sin desayuno”.
Cuenta Esperanza Guerrero que “un buen día reunidos cuatro matrimonios en una cafetería, surgió la idea de hacer nosotras un desayuno el Domingo de Ramos pero con otras caracteristicas, como que no era necesario ser de una hermandad, o de una en concreto, es decir mujeres en general, y así el primer año quedó a mi cargo la organización del evento, buscando los contactos, lugar de celebración y ajustando todos los detalles para que las mujeres sintieran ese día como algo suyo, y pasaramos un buen rato. Tuvo muy buena acogida y de ahí surgió que cada año se ofreciera una para organizarlo, siendo este el quinto año que con éxito se ha realizado y cada año mas mujeres se suman a esta idea”.