El cine español discrimina a las mujeres, que representan el 26 % de su estructura laboral, frente al 74 % de los hombres, según un estudio de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) referente a los estrenos de 2015.
La "segregación" no es sólo cuantitativa, sino también cualitativa, puesto que la mayor parte de los puestos de responsabilidad caracterizados por "el liderazgo y el desarrollo artístico" son protagonizados por los hombres, según el informe, al que ha tenido acceso Efe.
Así, en las 143 películas estrenadas el año pasado sólo hay un 19 % de mujeres directoras, un 12 % de guionistas, un 24 % de productoras ejecutivas y un 25 % de montadoras. El porcentaje es aún menor en dirección de fotografía (9 %), sonido (7 %), composición musical (5 %) y efectos especiales (11 %).
Los porcentajes tienden a igualarse en dirección de producción (un 43 % de mujeres) y en dirección artística (44 %), mientras que diseño de vestuario y maquillaje y peluquería son las únicas categorías donde predominan las féminas, con un 92 % y 75 % respectivamente.
Se trata, subraya el informe, de empleos asociados a los roles tradicionales de la mujer, incluso en el caso de la dirección de producción, donde aparece el "rol de atender a la organización y distribución de recursos".
"Es importante recordar estos datos, porque en los últimos Goya parecía que la realidad era diferente", ha declarado a Efe la directora y guionista Juana Macías, en referencia a la "paridad" en la categoría de mejor dirección, donde quedaron finalistas Isabel Coixet y Paula Ortiz, junto con Cesc Gay (el ganador) y Fernando León.
"Las actrices americanas hablan de salarios, pero nosotras estamos aún más atrás, hablamos de la presencia de las mujeres en puestos de responsabilidad, donde se decide qué tipo de películas se hacen y qué historias se cuentan", ha añadido Macías, también vicepresidenta de CIMA.
El estudio se desglosa por categorías profesionales y géneros. Tanto en ficción (29 % de mujeres) como en documental (23 %) los porcentajes son similares a los globales, y caen en animación (donde por otro lado solo hay 5 estrenos) hasta el 8 %, y ninguna directora, ni guionista, ni directora artística, ni de fotografía.
"Las razones de este desequilibrio son complejas. Hay sinergias que cuesta trabajo romper", apunta Macías. "Por un lado, falta de referentes. Sólo hay una mujer con un Oscar como mejor directora, y muy pocas en los puestos de toma de decisión, en las cadenas de televisión o en los comités de selección de proyectos para las ayudas".
En relación con la necesidad de consolidar referentes femeninos en el cine, el estudio incluye un apartado sobre los principales festivales de cine nacionales e internacionales en 2015, que premiaron a un 31 % y 11 % de mujeres, respectivamente.
"Por otro lado", prosigue Macías, "es crucial educar en igualdad. A las mujeres a menudo nos falta la autoconfianza que se necesita para un trabajo así, que es muy ocasional".
Macías no considera que haya una discriminación directa, pero sí un "plus de dificultad" para las mujeres. En este sentido, precisa que "la falta de corresponsabilidad y dificultad de conciliación laboral y familiar expone a las mujeres a puestos intermedios".
El informe incluye también un análisis comparativo desde 2006 que desvela que "el grueso de la estructural laboral (del sector) ha permanecido inmóvil", aunque en algunas categorías se observan tímidos avances.
Así, la presencia femenina en los empleos clasificados como directivos (dirección, guion y producción) y artísticos (dirección artística, de fotografía, composición musical, montaje) han aumentado del 15,1 % al 20 % y del 14,7 % al 21 % respectivamente entre 2006 y 2015.
Pero al mismo tiempo se polarizan los ya feminizados (vestuario, maquillaje, peluquería), que han pasado del 75 % al 82 %, y siguen cayendo en los técnicos (sonido, efectos especiales), del 19 % al 8 %.
