Agentes de la Policía Nacional han detenido en Marbella a dos mujeres que, presuntamente, engañaban a personas de edad para hacer cargos fraudulentos en sus tarjetas bancarias. Las víctimas eran hombres extranjeros y de alto poder adquisitivo a los que embaucaban para apoderarse de las tarjetas.
Tras conseguir el número PIN, y con la colaboración del personal de un establecimiento de hostelería de Puerto Banús --otras dos personas que han sido también arrestadas--, realizaban cargos sin el consentimiento de los titulares a cambio de una comisión.
Contaban con datáfonos portátiles con los que realizaban compras hasta agotar el saldo disponible o hasta que eran detectados los movimientos sospechosos por parte de la entidad bancaria. Los investigadores contabilizan hasta la fecha ocho denuncias por hechos similares, ascendiendo el montante de lo defraudado a 50.000 euros.
La investigación comenzó en febrero del año pasado cuando un ciudadano presentó la primera denuncia. En ella la víctima informaba que dos mujeres, que le acompañaron a su apartamento, le habían sustraído sus tarjetas bancarias, han informado en un comunicado desde la Policía Nacional.
Tras comprobar el extracto observó que habían realizado en apenas diez minutos hasta 13 cargos distintos por un importe de 4.800 euros. A partir de esta fecha otras siete personas denunciaron casos similares, todos con un denominador común: cargos fraudulentos en tarjetas de crédito de ciudadanos extranjeros que habían estado con unas mujeres que, según sus manifestaciones, podrían haber utilizado alguna sustancia para narcotizarles.
Avanzadas las investigaciones los agentes descubrieron que las implicadas eran un grupo de mujeres que solían captar a sus víctimas en un bar de copas ubicado en Puerto Banús. Al parecer, podrían suministrar a sus víctimas algún tipo de sustancia disuelta en la bebida, sin que se percataran de la maniobra.
Una vez que su objetivo se encontraba vulnerable bajo los efectos de la droga, le guiaban hasta un cajero automático con el único fin de conocer las claves de sus tarjetas bancarias y así posteriormente poder operar con ellas.
Poco después los investigadores constataron que las chicas actuaban en connivencia con el personal del bar donde captaban a sus víctimas. Estas personas les facilitaban medios de pago tipo TPV --Terminales Puntos de Venta-- para que realizasen numerosos cargos fraudulentos por importes elevados. A cambio, el personal del establecimiento recibía un porcentaje del importe total efectuado en cada transacción. Las detenidas explotaban las tarjetas de crédito tanto en el establecimiento reseñado como en cajeros automáticos.
Incluso lo hacían a través de TPV portátiles que llevaban consigo para realizar los cargos. En algunos casos llegaban a agotar el crédito, en otros eran las entidades bancarias las que detectaban el fraude y bloqueaban las tarjetas.
Dos de las investigadas fueron detenidas en el local de Puerto Banús donde captaban a sus víctimas. Los agentes incautaron cuatro TPV, uno de ellos en el bolso de una de las mujeres. Poco después fue arrestada una trabajadora del local y unos días más tarde el responsable del establecimiento con el que actuaban en connivencia. La operación se ha llevado a cabo por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Comisaría de Marbella.