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Jerez

Carmen Cortés recrea el mundo mágico y lleno de vida de 'La Gitanilla' de Cervantes

El cante de Arcángel en Sala Compañía y la guitarra de Diego del Morao en Sala Paúl completan la última jornada de la muestra

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El mundo mágico y lleno de vida de 'La Gitanilla' de Miguel de Cervantes es lo que pondrá en escena la bailaora Carmen Cortés mañana sábado día 5 de marzo en el Teatro Villamarta. Un ballet teatral que ella entiende como “una ofrenda” del célebre autor al pueblo gitano. En la última jornada del certamen Arcángel llevará su cante a la Sala Compañía, dentro del ciclo 'De la Raíz', y la guitarra del jerezano Diego del Morao sonará en Sala Paúl, dentro del ciclo 'Toca Toque'.
El Festival de Jerez echa el cierre de su veinte edición en el Teatro Villamarta, desde el punto de vista artístico, con el último montaje de Carmen Cortés, al frente de una numerosa compañía. “'La Gitanilla' es una obra que me ha emocionado”, confiesa la bailaora. “Tiene mucho de la historia de los gitanos, de su entrada en nuestro país, de ese bagaje musical y dancístico que traían”, afirma.
Ella llega a la conclusión, tras estudiar con detenimiento esta novela ejemplar, que “Cervantes debía conocer a los gitanos. Se identifican muchas cosas, muchas costumbres”. Y destaca un pensamiento cervantino acerca de este pueblo: “La naturaleza les da la recompensa de la vida”. A su juicio, el autor expresa “lo que el día a día le va dando a través de sus viajes y andanzas y eso se ve en 'La Gitanilla'”.
Todas esas “vivencias” se combinan con la “fantasía” inherente a toda obra literaria. En esa curiosa mezcla surge un ballet teatral, donde se “desdramatiza lo serio” y el personaje protagonista de Preciosa es interpretado por varios miembros de la compañía, además de Carmen Cortés.
La historia se cuenta en 'flashback'. Carmen Cortés aparece en escena como una mujer de clase acomodada y recuerda ante un espejo aquellos momentos de juventud, aquellos años en los que vivió entre gitanos como una más del grupo, pese a no ser de esta etnia sino una niña robada.

Desdoblar un personaje

En este montaje -estrenado en el Festival de Teatro Clásico de Almagro de 2015-, la bailaora desdobla el personaje principal de Preciosa, de manera que es interpretado, además de por ella, por una bailarina de su cuerpo de baile -Cristina Cazorla- y la cantaora Sonia Pérez. El resto de  los personajes están distribuidos entre otros miembros de la compañía. Entre ellos, cabe señalar a Jorge Calderón, bailarín de contemporáneo que hace el papel de Teniente, o al polifacético bailaor Florencio Campo, que interpreta al Juez.
Una de las virtudes de este espectáculo es que los fragmentos narrativos son asumidos por el propio elenco. “No he querido contar con actores y creo que la experiencia ha merecido la pena”, apostilla Carmen Cortés.
La complejidad de esta 'Gitanilla' no sólo parte de la necesidad de tirar del hilo argumental de la novela sobre el escenario, sino también en adecuar la danza a la música de aquellos años históricos en que se sitúa la novela. El resultado es la aparición de danzas populares, el uso de panderos y otros instrumentos entroncados con los orígenes zíngaros; la mezcla de estilos de baile (flamenco tradicional, escuela bolera, etc.);  y un vestuario colorido que refleja “la alegría y el desparpajo de una cultura no instruida”, asegura Carmen Cortés.
La dirección musical, al igual que anteriores obras como 'Yerma', la ha llevado a cabo el guitarrista jerezano Gerardo Núñez, que ha contado con Aquilino Jiménez y Jonatan Giménez en el toque y también en la composición. Las voces cantaoras son las de Antonio Carbonell, Cancun, Sonia Pérez y Marta Heredia, completándose el elenco musical con los percusionistas Rafael Serrano y José Suero 'Morito'. Carmen Cortés, junto a los dos bailarines protagonistas, está al frente del cuerpo de baile, formado por diez intérpretes.


Biografía

Con esta obra, corona una trayectoria prolija en creaciones. De Mario Maya, con quien se inició profesionalmente, aprendió a valorar todos los elementos de las artes escénicas: el concepto teatral aplicado a la danza y al flamenco. Una enseñanza que ya materializó en su espectáculo debut, 'A contraluz'. Corría el año 1984, cuando también el director teatral Francisco Suárez montó 'Amargo' expresamente para Carmen Cortés y El Güito. Un año después, la bailaora protagonizó 'Las Furias', bajo la dirección de Suárez y con coreografía de José Granero, para el Festival de Teatro Clásico de Mérida.
A finales de 1987, creó la Compañía de Danza Carmen Cortés, que se estrenó con el espectáculo 'Flamenco Flamenco' en el Grec Festival de Barcelona, y que introdujo por primera vez una rondeña coreografiada. Desde entonces, ha realizado 26 espectáculos que ha dirigido, coreografiado e interpretado, entre ellos, 'Cantes de ida y vuelta' (1992), 'Los Gabrieles' (1994), 'Yerma' (1996), 'Salomé' (1997), 'Soleá, un son eterno' (2000), 'Celestina' (2004) o 'Mujeres de Lorca' (2006).

De Huelva a Sevilla

La última jornada del XX Festival de Jerez se completa con el cante de Arcángel en Sala Compañía, dentro del ciclo 'De la Raíz'. El cantaor onubense trae a este espacio escénico su espectáculo 'Olor a tierra', donde regresa al punto de origen de su vida -la niñez- y recorre el trayecto artístico existente entre la tradición y la vanguardia flamenca. Un trayecto que va “desde Huelva a Sevilla, pero pasando por los pueblos, no por la autopista”, en palabras de Arcángel.
De alguna manera, 'Olor a tierra' es el intento del cantaor de “buscar mi propia personalidad” y exponer “lo vivido”. Este sello propio arrancó con el fandango, continuó poniendo voz a diversos espectáculos de la X Bienal de Sevilla y despegó con una discografía propia que le ha permitido ser un referente del cante contemporáneo.
“No puedo negar de dónde vengo, llevo por bandera mi tierra y el toque de mi familia, pero hay que tocar como se toca ahora”, señala Diego del Morao, que cierra el XX Festival de Jerez a medianoche en Sala Paúl, dentro del ciclo 'Toca Toque'. A esa hora y en ese espacio escénico se mostrará ante el público como un guitarrista jerezano con herencia -la de su padre Moraíto y la de su maestro El Carbonero-, pero también como un músico de su tiempo.
“Toco como soy, como lo siento”, sostiene. Y ese credo artístico se pondrá de manifiesto en este certamen. Estará rodeado por la guitarra de Pepe del Morao, las voces de Fania Zarzana y Maloko, la percusión de Ané Carrasco y las palmas de Quini, Juan Grande y Juan Diego. Como artistas invitados, figuran Diego Carrasco y su tía Juana la del Pipa.

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