¿Se imaginan ustedes que entran a vivir en un bloque rehabilitado por la Junta y que a los seis meses de la actuación empiezan a desprenderse los techos y a aparecer humedades? Pues esto es lo que les ha pasado a los vecinos de Santo Domingo, 14 y Teniente Andújar, 32.
Hace diez años regresaron a sus viviendas después de la intervención integral a la que fue sometida la finca por parte de la Junta de Andalucía, titular del inmueble, y pocos meses después empezaron los problemas. A lo largo de todo este tiempo las 14 familias afectadas se han dirigido en multitud de ocasiones a la Junta, “que sólo nos ha puesto parches a los problemas en el mejor de los casos porque consideran que hay problemas más urgentes”, contaba la portavoz, Rosa María San Martín.
El último episodio desagradable lo vivieron la noche del pasado lunes, cuando a causa de la lluvia se desprendió parte de una cornisa de la segunda planta del patio de luces. “Teníamos filtraciones de agua cuando llovía, y la Junta nos colocó una montera de cristal que no resolvió el problema, puesto que el agua sigue entrando, de hecho, las paredes de las zonas comunes y de nuestras casas están llenas de humedad”. Rapidamente los vecinos se pusieron en contacto con la Delegación de Vivienda de la Junta “pero nos han dicho que ahora hay otras prioridades, que no hay dinero y que tampoco es tan urgente, ya que lo único que nos puede pasar es que nos caiga un trozo de techo y nos haga un chichón”, explicaba Rosa indignada.
Por precaución, los bomberos han precintado los patios. En este bloque viven algunos menores y personas mayores que no sólo se ven privadas de estas zonas, como los demás vecinos, sino que además, tienen que vivir en pisos llenos de humedad.
Los vecinos también han acudido al Ayuntamiento y la Delegación Municipal de Urbanismo se ha comprometido a enviar un técnico para que evalúe la situación y poderles ayudar.
