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Tailandia recupera 26 cadáveres de un campo de refugiados clandestino

Dos jóvenes de 14 y 17 años rescatados por la Policía cerca del lugar indicaron que habían estado recluidos en el campo durante ocho meses y que los traficantes escaparon con decenas de refugiados antes de ser encontrado por los agentes

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Las autoridades de Tailandia recuperaron 26 cadáveres enterrados en un campo de refugiados clandestino en el que creen que llegó a haber 800 birmanos y bengalíes, en su mayoría de la minoría étnica rohingya, informaron hoy los medios locales.

Policías y militares descubrieron el pasado viernes el campamento abandonado, en el que encontraron algunos cadáveres enterrados a escasa profundidad, mientras que otros se encontraban tapados con sólo una sábana, según el diario "Bangkok Post".

Dos jóvenes de 14 y 17 años rescatados por la Policía cerca del lugar indicaron que habían estado recluidos en el campo durante ocho meses y que los traficantes escaparon con decenas de refugiados antes de ser encontrado por los agentes.

"Éramos un grupo que no podía pagar los rescates por lo que nos tenían encerrados sin importarles si vivíamos o moríamos", indicó Anuzar, otro superviviente de 28 años, de acuerdo con el diario "Phuketwan".

"La mayoría sufríamos palizas y abusos en el campo, nunca teníamos suficiente comida o agua. Raramente nos duchábamos", indicó la víctima, quien calculó que en el campo había al menos 10 bengalíes y 30 rohingyas muertos.

Afirmó que los responsables del campo eran rohingyas y malasios.

El campo, situado cerca de la frontera con Malasia, constaba de varias chozas para dormir, cocina, lavabos y una torre de vigilancia.

Miles de rohingyas, una minoría musulmana considerada apátrida, se embarcan todos los años en un peligroso viaje hacia Tailandia y Malasia para huir de la persecución y la pobreza en Birmania (Myanmar).

Los rohingyas, unas de la minorías más perseguidas del mundo, según la ONU, son considerados extranjeros en Birmania, donde son calificados de bengalíes, y en la vecina Bangladesh.

"El descubrimiento de las tumbas debería conmocionar al Gobierno tailandés para acabar con las redes de tráfico que enriquece a oficiales a costa de personas extremadamente vulnerables", indicó en un comunicado Brad Adams, director de Human Rights Watch en Asia.

Adams criticó que las autoridades encierren a los inmigrantes en centros de inmigrantes cuando son rescatados de las mafias en lugar de ofrecerles "seguridad y protección".

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