La responsable de Naciones Unidas para las emergencias humanitarias, Valerie Amos, dijo hoy en Katmandú que es "desgarrador" ver cómo aldeas enteras situadas en las montañas han quedado destruidas por el terremoto que sacudió el sábado Nepal.
"Es desgarrador ver aldeas enteras en la cresta de las montañas destruidas. Es casi imposible llegar hasta ellos", sentenció la secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios, que desde ayer está en Katmandú, en su cuenta oficial de Twitter.
La británica Amos, que se encuentra en el país del Himalaya para evaluar la situación en la región tras el seísmo y asegurar la distribución de la ayuda humanitaria, afirmó que "como en todos los desastres" se ven "grandes diferencias" entre la población afectada.
"Están aquellos que lo han perdido todo y hay áreas que apenas han padecido daños", dijo la representante de la ONU en la red social, que celebró que en zonas como Dhulikhel empiecen a abrir de nuevo las tiendas, lo que permite volver poco a poco la normalidad.
Amos también animó a médicos como el "Dr. Ram y el Dr. Koju", del "inspirador" hospital de Dhulikhel, donde tratan a unas 1.300 personas que resultaron heridas durante el terremoto cuando el centro de salud solo tiene capacidad para 300.
Además la responsable de Naciones Unidas tuvo unas palabras de ánimo para los servicios de rescate que están trabajando al límite de sus posibilidades sobre el terreno y que "ayer lograron rescatar a 15 personas bajo los escombros".
La última persona rescatada de la que se ha tenido noticia fue una mujer de 24 años, que fue liberada anoche por equipos de rescate de Nepal, Israel y Noruega tras permanecer 128 horas atrapada bajo los escombros de un edificio en Katmandú.
El comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis, Christos Stylianides, también llegó ayer a Nepal para evaluar sobre el terreno las necesidades más urgentes tras el terremoto, y hoy celebrará una rueda de prensa conjunta con su colega Valerie Amos.
El último recuento oficial de muertos por el terremoto superó los 6.200 y el de heridos alcanza casi los 14.000, aunque se calcula que esos datos están lejos del total de víctimas, al desconocerse los efectos del seísmo en las zonas más remotas del país del Himalaya.
El sismo ha ocasionado además cerca de 2,8 millones de desplazados en un país con una población de unos 28 millones, y el Ministerio del Interior aseguró hoy que el terremoto destruyó 148.329 edificaciones en todo el país.
El terremoto de 7,8 grados en la escala abierta de Richter ha sido el de mayor magnitud en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira.