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Sevilla

Imputado un chatarrero por comprar piezas robadas de una estatua de latón

Las piezas correspondían a una estatua de un caballo valorada en 3.000 euros, que pesaba 115 kilos y que los ladrones redujeron a trozos mediante hachazos

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  • La estatua -

La Guardia Civil ha imputado al encargado de una chatarrería de La Puebla del Río (Sevilla) por un supuesto delito de receptación al comprar material de latón procedente de un robo y revenderlo a su vez a otro establecimiento. Así, las piezas correspondían a una estatua de un caballo de latón valorada en 3.000 euros que los ladrones redujeron a trozos mediante hachazos.

   En una nota, la Benemérita ha informado de que fueron los trabajadores de una finca del término de La Puebla del Río los que comunicaron a la Guardia Civil que personas desconocidas habían sustraído parte de un caballo de latón que estaba expuesto en la misma. Al parecer, al no poder sustraerlo en su totalidad, comenzaron a destrozarlo a hachazos y se llevaron las piezas.

   Los trabajadores acudieron al lugar al escuchar fuertes golpes, pero cuando llegaron, los autores se dieron a la fuga con parte de su botín.

   Los agentes de la patrulla del Seprona de La Puebla del Río comenzaron a indagar en las chatarrerías cercanas hasta que el titular de una de ellas les comentó que un chatarrero autorizado le acababa de vender unas piezas de latón que pudieran ser las que buscaban, tras lo que los agentes comprobaron que se trataba de trozos de latón muy parecidos al material del que estaba hecho el caballo destruido.


LAS PIEZAS PESABAN EN TOTAL 115 KILOS

   Las piezas estaban cortadas en trozos pequeños, presumiblemente para mayor comodidad al trasladarlas, y en total pesaban 115 kilogramos.

   La Guardia Civil solicitó la factura de compraventa en la que se refleja los datos del vendedor y se entrevistó con el chatarrero que vendió estas piezas, quien negó haberlo hecho y se contradijo en su relato, por lo que levantó sospechas en los agentes.

   Finalmente, los agentes consiguieron las pruebas necesarias e imputaron al titular de la chatarrería, identificado como J.E.G., por un supuesto delito de receptación.

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