La localidad de Ferguson ha disfrutado en la tarde de este jueves de un momento de calma, sin policías ni manifestantes en las calles, con motivo de la celebración del Día de Acción de Gracias. Sin embargo, permanece la alerta en la zona, debido a las amenazas de nuevas protestas por el fallo del gran jurado de Misuri del pasado lunes, que dejó en libertad sin cargos a Darren Wilson, el agente de policía responsable de la muerte del joven afroamericano Michael Brown.
Esta situación de calma tensa llega tras varias noches de protestas violentas, que se han saldado con decenas de detenidos sólo en la ciudad de Ferguson. En el suburbio de St. Louis --donde falleció Brown-- se han repetido los enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, que incluyeron incendios, saqueos y lanzamiento de gas lacrimógeno por parte de los agentes.
Sin embargo, durante la jornada de este jueves, el área comprendida entre el Departamento de Policía y el Ayuntamiento, donde decenas de negocios fueron destruidos, se encontraba en calma, lo que ha permitido a los residentes limpiar las calles, junto con la ayuda de decenas de voluntarios. Muchos letreros frente a las tiendas pedían "paz" y una protesta "pacífica" por el fallo del jurado.
Ferguson se convirtió en el centro de un debate nacional sobre la discriminación racial en Estados Unidos, después de que el oficial de policía Darren Wilson disparase y matase a un joven afroamericano desarmado, Michael Brown --de 18 años de edad--, el pasado 9 de agosto.
Las protestas se han extendido a otras zonas del país desde el pasado lunes, cuando el gran jurado de Misuri decidió no presentar cargos contra Wilson. Tras esta noticia, miles de personas salieron a las calles de ciudades como Nueva York, Los Angeles y Oakland, entre otras, para manifestar su rechazo.