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Sevilla

El dueño de Contsa dice que es inocente y que \"mintió\" para exculpar a su ex

La Fiscalía mantiene su petición de siete años de cárcel

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  • Dueño de Contsa -

El dueño de la inmobiliaria Contsa Corporación Empresarial, José Salas Burzón, para quien la Fiscalía de Sevilla pide siete años de cárcel por defraudar a Hacienda, ha defendido este martes su inocencia y ha asegurado que en una de sus declaraciones "mintió" y dijo que "todo era suyo" con el único objetivo de exculpar a su exmujer, la también acusada María del Carmen Bautista, y evitar así que entrara en prisión por estos mismos hechos.

   El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla ha acogido este martes la vista oral contra Salas y su expareja, para quienes la Fiscalía, en el escrito de acusación al que ha tenido acceso Europa Press, solicita siete y seis años de cárcel, respectivamente, por cuatro delitos contra la Hacienda Pública tras haber defraudado supuestamente a Hacienda 2,7 millones de euros entre los años 2003 y 2006.

   En su declaración, José Salas ha asegurado que "sabía" que su exmujer "tenía cuentas corrientes para su utilización personal" y que ella "llevaba la administración" de estas cuentas, en las cuales "nunca he tenido poderes ni he estado autorizado", tras lo que ha explicado que "mintió" cuando, durante un declaración en fase de instrucción prestada el 9 de junio de 2009, dijo que la imputaba no administraba sus cuentas.

   En este sentido, Salas ha aseverado que, ese día, fue trasladado desde la cárcel "sin saber a qué iba" y, estando en los calabozos de los juzgados, un abogado amigo de su familia bajó a verle y le comentó que estaba allí porque habían imputado a su mujer por delito fiscal y que ésta "tenía muchas posibilidades de entrar en la cárcel".

   "Fue una sorpresa, yo no sabía nada, y se me hundió el mundo, por lo que dije que yo era culpable de todo" con el único fin de "exculpar" a María del Carmen, todo ello "porque tenía pánico" a que entrara en la cárcel, lo cual hubiera sido "fatal" para ella y para los hijos que tenían en común, entonces de seis y ocho años de edad. "Dije a todo que sí y dije que todo era mío por miedo", ha resumido.

"SUS CUENTAS ERAN SUS CUENTAS"

   Frente a ello, el acusado ha mantenido en su declaración de este martes que las cuentas de su exmujer "eran sus cuentas" y que ambos "íbamos por separado, ella tenía su patrimonio y yo el mío", añadiendo que María del Carmen "se dedicaba a sus negocios" a través al menos de dos sociedades. "Me consta que tenía ingresos propios, aunque de Contsa no salía dinero a sus cuentas", ha dicho.

   José Salas ha explicado, de otro lado, que actuó como "prestamista" de Contsa suscribiendo como titular varias pólizas de crédito, en algunas de las cuales, "como excepción", puso a Contsa como fiador, aunque todo ello "porque lo exigían los bancos", añadiendo que llegó a tener nueve millones de euros en pólizas de crédito, las cuales se usaban "como cuentas de tesorería para las empresas de Contsa".

   "Yo le prestaba dinero a Contsa cuando le hacía falta y la empresa, cuando tenía dinero, me lo devolvía mediante ingresos en efectivo", aunque de ello, según ha puesto de manifiesto, se encargaba su hermano, ya fallecido. "Yo confiaba plenamente en él y en el departamento de Contabilidad", ha asegurado el imputado, quien ha insistido en que él "no se encargaba" de esos asuntos porque "nunca iba al banco, salvo en alguna ocasión que iba para tomarme un café con el director".

SU EXMUJER "NO SABÍA NADA"

   Por su parte, su exmujer ha declarado que "nunca se dedicó a la administración real" de las sociedades porque "no sabía nada" de ellas y simplemente se dedicó a firmar los papeles que le decía su exmarido. "No sabía" que era titular de hasta ocho cuentas corrientes ni que se ingresara dinero en ellas, a lo que se suma que "nunca he dispuesto de este dinero".

   Tras relatar que José Salas le regaló una tienda dedicada a la venta de medias que dirigió durante varios meses y que, tras ello, "nunca más ha trabajado", dedicándose a sus hijos y a la casa, ha asegurado que nunca habló con su expareja de todo este asunto y que únicamente le dijo que "me había matado en vida".

   "No recuerdo haber tenido pólizas de crédito a mi nombre, no sabía nada de lo que estaba firmando, no recuerdo haber sido accionista de ninguna sociedad, nunca he hecho negocios y no sabía que tenía dinero en cuentas corrientes a mi nombre", ha defendido una y otra vez la imputada durante su declaración.

   Tras los dos acusados, ha comparecido un perito de Hacienda que ha ratificado su informe en el sentido de que "han existido ingresos en metálico en las cuentas corrientes de los acusados sin que se hayan declarado a la Hacienda Pública y sin justificarse su origen", produciéndose de este modo un incremento patrimonial "no justificado".

"INSÓLITO"

   "No se acreditó en ningún momento el origen del ingreso, por lo que pensamos que eran rentas no declaradas u ocultas", ha afirmado este perito, quien ha calificado de "verdaderamente insólito" en el mundo empresarial el hecho de que se extrajera dinero en efectivo de una cuenta para luego ingresarlo nuevamente en efectivo en otra vinculada a los acusados, todo ello en lugar de hacerlo por transferencia bancaria.

   El perito ha dicho, al hilo de ello, que esta operativa "sólo se produce cuando hay interés en que haya opacidad en los movimientos y en la contabilidad de le empresa", agregando que, "en el fondo, José Salas nunca aportó sus recursos a Consta, porque las pólizas de crédito estaban garantizadas con activos de la propia Contsa".

   Una vez han concluido las declaraciones, la Fiscalía ha elevado a definitiva su petición de siete y seis años de cárcel para José Salas y para su exmujer, respectivamente, aunque ha admitido que en el caso de la segunda pueda aplicarse la atenuante de dilaciones indebidas.

   Según el Ministerio Público, el dueño de Contsa "ha eludido el pago" del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) durante los ejercicios 2005 y 2006 por una suma total de 1.096.107,75 euros, por lo que le imputa cuatro delitos contra la hacienda pública en concepto de autor, mientras que su exesposa, "siempre bajo la instigación de su marido", habría eludido el pago del IRPF entre los años 2003 y 2006 por un importe total de 1.537.747 euros.

   De su lado, las defensas han solicitado la libre absolución de sus clientes y, en el caso del abogado de la acusada, éste ha leído varios párrafos del recurso que interpuso la Fiscalía contra el procesamiento de la Infanta Cristina para subrayar que su patrocinada no tenía conocimiento de los movimientos de su entonces marido, tras todo lo cual el juicio ha quedado visto para sentencia.

   Hay que recordar que Salas se enfrenta a otra petición de 13 años de cárcel por parte del Ministerio Público por un delito societario, otro de insolvencia punible y un tercer delito de estafa en concurso ideal con un delito continuado de falsedad en documento mercantil en relación a la quiebra de su empresa, que fue declarada en concurso con 1.658 acreedores y un déficit patrimonial de 87 millones. Por estos mismos hechos, el fiscal pide seis años para su expareja.

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