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“El blog es mi misión, mi apostolado y estoy muy satisfecho de hacerlo”

El lanzamiento a nivel mundial de \'Diario de un blog. Sed valientes\', de Jesús Rodríguez Arias, se ha hecho este mes pero en octubre será la presentación oficial en la Bahía.

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Es una conversación entre un católico comprometido y practicante y  un ateo no practicante, reunidos para hablar de un hecho noticiable para el segundo y de una ilusión inesperada para el primero. De cómo el blog de Jesús Rodríguez Arias, Sed valientes, se convirtió en libro lanzado a nivel mundial y que miles de personas han ido leyendo cada día a través de Facebook o del propio blog. Y es que dice Jesús que todos los hombres son instrumentos en las manos de Dios y que ahora, además, cuenta con internet para hacer llegar su palabra por boca de los hombres a los demás hombres, sin barreras que impiden el paso al testimonio de un cristiano catolico. Diario de un blog. Sed valientes, se presenta en La Isla en octubre.

—Me da la impresión de que una buena parte de este libro lo he leído yo al abrir el Facebook cada mañana y ver a Jesús Rodríguez Arias en el muro con esa frase suya de que no basta con creer sólo una hora sino que hay que hacerlo las veinticinco horas del día.
—La labor del cristiano, del católico, del creyente no se puede sintetizar en una hora, tiene que ser las veinticuatro horas del día los 365 días del año aunque eso nos acarree serias dificultades para seguir viviendo el día tal y como está montado ahora mismo el sistema en la calle. Para el creyente, demostrar sus creencias, defender sus creencias es bastante complicado.

—-¿Por qué?
—Es bastante complicado porque nadas contracorriente. Estamos en un país de libertades donde se dice que se respeta todo, que es mentira. Todo menos la fe y la religión, sobre todo la religión católica. Eso suele pasar en los países desarrollados y según el Observatorio de Libertad Religiosa, en España estamos en unos niveles de persecución religiosa destacable. ¿Nuestra forma de persecución? Pues quitar un crucifijo de las escuelas, de los hospitales… En los hospitales yo respeto a la persona que no cree, pero Dios nos ilumina a todos en algún momento. Hemos hablado algunas veces de tu agnosticismo…

—Lo mío es ateísmo.
—Ya has pasado al ateísmo. Pero también tendrás tus rallitos de sol y te quedarás pensando y ese es Dios, aunque tú creas que no. En España se quitan los crucifijos y los belenes por respetar otras culturas religiosas que precisamente no infieren para que se quiten; en los círculos sociales, por defender una postura u otra te pueden ridiculizar si no estás suficientemente formado y maduro para que no te aíslen… Y eso en el mundo desarrollado. En los países del Tercer Mundo donde imperan los fanatismos religiosos te puede costar la vida.

—Partimos de que tenemos unas leyes que delimitan perfectamente la libertad de cada uno y otra cosa es que las personas cumplan o no esas leyes.
—Exactamente. Estamos en un país aconfesional, no laico ni laicista, sino aconfesional. ¿Pero quién marca el margen y quién lo transgrede? Es muy fácil. Y estamos hablando también de sensibilidades.

—Estamos en un estado aconfesional, mayoritariamente católico pero han llegado otras confesiones y por respeto a estas confesiones se acuerda quitarlo todo. Yo no lo veo mal. Al fin y al cabo las creencias sobrepasan a los símbolos.
—Yo no digo ni que sí ni que no en los sitios públicos, pero que se obligue a los colegios religiosos concertados a quitar los crucifijos, a no montar belenes , me parece que aparte de la fe que es lo fundamental, estamos perdiendo nuestras tradiciones y nuestra cultura porque Europa es cristiana por sus raíces y lo estamos perdiendo.

—Estoy de acuerdo en que un colegio religioso que es concertado, antes de ser concertado ya era religioso. Se podría entender de esta forma.
—Se podría entender de esa forma pero depende del ideario político de cada partido y según donde gobierne dan las directrices oportunas. Y eso es una forma de persecución religiosa también.

—Bien. Eso es hablar de política y nosotros venimos a hablar de religión, de ese blog, ese muro de Jesús Rodríguez Arias que yo me encuentro cada mañana en Internet. ¿Por qué esa labor de apostolado tan sacrificada como comprometida?
—Hace tres años que tengo el blog y también Facebook porque la evangelización en Internet empezó hace tres años. Cada uno tiene una etapa en la vida y comencé a dejar los cargos de responsabilidades –que no abandonando- en hermandades, con los Propagandistas… Mi apostolado presencial se fue acabando porque yo veía que mi etapa se iba acabando y que era necesaria una regeneración. Mi pregunta era qué hago ahora cuando toda mi vida ha estado focalizada en las hermandades, Propagandistas, Caballeros Hospitalarios… ¿Qué hago ahora? Esa pregunta me la hacía a mí mismo pero también se la hacía a Jesús en el sagrario, a donde yo voy todos los días a hablarle y a que me hable.

—Tienes línea directa.
—Por lo menos le hablo y me habla, que ya es mucho. Y entonces salió, por conversaciones, porque Dios maneja sus instrumentos como quiere, la idea de hacer un blog cristiano, católico y un apostolado que es algo novedoso y en un mundo como Internet donde está todo por hacer y se puede llegar a todo el mundo. Y me ilusionó, porque yo soy persona de empezar proyectos, de desarrollarlos y afianzarlos, aunque cuando están en la cúspide ya busco otras cosas porque necesito estar incentivado en algo nuevo. Empecé con el blog sin tener idea de lo básico en Internet, sólo escribir los textos y darle a la impresora y que no esté atascada porque entonces ya no sé cuál es el botón, dónde está el papel y qué es esta luz roja que no se quita nunca. Pero empecé y como has dicho es sacrificadísimo, es romperse la cabeza contra la pared los que tenemos esta edad; los que tienen 16 ó 17 años no.

—Y no sólo es hacer el blog. Hacen falta gentes que lo lean.
—Claro. Hay que divulgarlo y por ahí empecé con las redes sociales, con Facebook. Empecé a escribir mis pensamientos, mis meditaciones, mis opiniones… Antes tocaba muchísimos temas pero desde hace dos años está centralizado en temas religiosos y poco a poco iba viendo que el primer mes tuve treinta visitas, gente que me estaba leyendo, uno en Singapur y tres en Estados Unidos. Yo pensaba que se habían equivocado, no lo entendía de otra forma. Luego se fue divulgando porque no sólo tiene cosas mías sino noticias mundiales sobre religión, me metí en la plataforma como Directorio de los católicos, me integré en la Asociación blogueros con el Papa y eso son pantallas que divulgan tu mensaje a todo el mundo. Y así hasta llegar al mes pasado que conseguí que Sed valientes tuviera 34.000 mil visitas al mes. En Estados Unidos, 15.000; en España tendrá unas 5.000 y además el blog está enlazado en muchísimas iglesias de Estados Unidos. Esto no es obra mía, es obra de alguien con más poder que yo porque yo soy una herramienta.

—Yo te diría que es el milagro de las redes sociales aunque tú me dirás el otro milagro…
—A mí me da mucha alegría encontrarme a una señora y saludarme y te da mucha alegría porque te siguen. No que te admiren, sino que te tienen por una persona de la que se pueden fiar y eso es muy importante y muy grande. Saben que no las vas a engañar porque somos personas de fe, personas creyentes. Y también de Honduras tengo a una amiga, Irina Orellana, bloguera extraordinaria. En Estados Unidos e incluso en Pakistán, de donde tengo muchísimas visitas y muchos mensajes de cristianos perseguidos que desgraciadamente algunos ya han muerto. Es maravilloso este nivel de evangelización de las redes sociales y yo tengo que hacer algo para que cada mañana la gente tenga unos buenos días con signos de esperanza y con la alegría y el convencimiento de que se puede cambiar el mundo. Y todo los días, a la hora que puedo, escribo una reflexión que sale de Dios, porque yo no sé de qué voy a escribir. Yo me pongo a escribir con el móvil, que me costó al principio Dios y ayuda hacerlo, y salen solas las palabras, las ideas. Y eso ayuda…

—Hombre, yo veo tu blog y no comparto el contenido pero sí la actitud en la que veo a una persona comprometida. Y a mí me llena de alegría ver a una persona comprometida con lo que sea. Por eso te sigo y quién sabe si al final terminarás evangelizándome. Me supongo que para ti es una obligación escribir todos los días.
—Es mi misión, mi apostolado al que dedico cinco horas al día y estoy muy satisfecho de hacerlo.

—Y hay otra cosa buena, que viste un día que había que dejar paso a otra gente. Ojalá hubiera personas en muchos ámbitos que se dieran cuenta de que hay que dar paso a otra gente. O no dar paso a otra gente, sino que se den cuenta de que sobran ellos.
—En todos los sitios hace falta una regeneración. Hay personas que son muy válidas y están todavía y otras personas que entorpecen. Además de que todos necesitamos oxigenarnos, estemos donde estemos, hasta en una casa. Hay veces en que hace falta dejar esa casa, irte y después volver. Lo que pasa es que muchos que están afianzados en los sitios no dejan paso y no se van ni con agua hirviendo.

—Luego viene el libro. Por que una cosa es el blog que está al alcance de cualquiera que sea capaz de llevarlo al día y otra cosa es un libro físico. Ahí tiene que haber una historia.
—Una historia muy bonita porque no me la esperaba. No me esperaba porque como te he dicho al principio no me leía ni el gato, hasta ahora, gracias a Dios. Yo estaba en Cádiz para asistir a una reunión, me llega un correo electrónico y lo leo. Si no hubiera sido de donde era no me lo hubiera creído. Pero era de Credo Ediciones, de una directora del departamento comercial que se ponía en contacto conmigo porque había seguido el blog y que estaban interesados en que yo mandara un manuscrito con las reflexiones, las opiniones… temas religiosos sobre todo pero no importaba que fuera de San Fernando, dedicada a una virgen de Honduras, o hablando de Villaluenga o de personajes entrañables de San Fernando. Se trataba de evangelizar y resaltar los valores cristianos.

—La relación de una persona con Dios.
—Con Dios en su vida. Si hubiera sido otra editorial hubiera tenido que ir a consultar si era cierto, pero Credo Ediciones me creó una confianza y ya que se habían puesto en contacto conmigo me pareció una descortesía no responder. Me puse en contacto con ellos , intercambiamos una serie de correos y le envié el manuscrito. No me contestaron hasta el mes siguiente. En este tiempo he tenido una operación algo delicaílla que gracias a las redes sociales y a todo el mundo ha sido un apoyo constante para mí y para mi mujer porque era gente interesándose, rezando, apoyando desde cualquier parte del mundo… Esa satisfacción, esa alegría, esa emoción ya no me la quita nadie y por eso ya merece la pena todo lo que he hecho. Sentir lo que yo he sentido, sentirme acompañado porque yo me operé en Madrid sin nadie, vale la pena. Y cuando estaba en casa en plena rehabilitación me llega un mensaje de Credo Ediciones en el que me dicen que están interesados en publicar el manuscrito, que sólo necesitaban una foto y que les dijera el título. Tampoco estaba yo para que me pidieran mucho más. Y así se ha publicado Historia de un blog. Sed valientes. Se ha hecho un lanzamiento internacional, sé que ha tenido muy buena aceptación en Sudamérica y Estados Unidos y ha sido en junio cuando se ha hecho el lanzamiento, pero no estoy todavía en condiciones de hacer ningún tipo de promoción y presentación tradicional porque estoy en plena recuperacióny  no estoy preparado ni física ni psíquicamente para aguantar un acto tan emotivo y tan intenso.

—La promoción es muy dura.
—Hemos hecho al principio una divulgación a los medios de comunicación y ya en octubre tenemos previsto hacer una serie de presentaciones y en un sitio preferencial como es San Fernando, Cádiz y algunos lugares más.

—Estamos en un continente de raíces católicas que sin embargo va para atrás y lo dice el hecho de que donde más se esté leyendo el libro sea en Estados Unidos por la cantidad de latinos que hay y Sudamérica. ¿Por qué allí sube y aquí está bajando?
—Es verdad. Sudamérica siempre ha sido muy religiosa pero no pierde su identidad. En Europa si estamos perdiendo nuestra identidad. Por las razones que sea, políticos, de otra clase que son superiores a los políticos, los que yo llamo los poderes del mundo que son los que manejan al mundo y a los políticos…

—Que ahora tienen ese nombre genérico de mercados.
—Exactamente. Pero inclusive los mercados están por debajo de esos poderes del mundo.

—Ese grupito.
—Ese grupito tan poderoso y tan secreto que no quiere que nadie los vea reunirse y que nada se sepa y que son los que dicen cómo tiene que ir la historia. Aquí se está perdiendo esa identidad, se está poniendo un velo, sobre todo a las nuevas generaciones y en Estados Unidos y en Sudamérica eso no se ve cuando en Estados Unidos y en Sudamérica esos poderes del mundo manejan muchos hilos. Es una tierra de una vocación apabullante.

—-¿Esperas conseguir algo con el libro o lo que se consiga ya está escrito? Lo que Dios quiera, que dirías tú.
—El mayor premio que he podido tener es que me hayan publicado el libro. No tiene ningún tipo de pretensión económica, igual que no la tiene el blog porque no quiero que nadie me mediatice ni me dirija. El libro tiene un sentido de evangelización. Cuando me han preguntado algunos amigos he dicho que es como coronar el blog y es pasar de lo virtual, de lo intangible a lo que se puede tocar, a lo que se puede oler y a lo que se puede sentir, porque el contenido al fin y al cabo son emociones.

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