La identidad sonora del barrio granadino del Albaicín, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, ha sido recogida en un proyecto pionero en España que propone rutas a pie para escuchar los sonidos que caracterizan este enclave, como la caída del agua procedente de las fuentes, las campanas de iglesias y conventos o el canto del muecín llamando a la oración desde la Mezquita Mayor.
Esta iniciativa, que surge de la colaboración entre el Ayuntamiento y la Universidad de Granada, propone cinco itinerarios que permiten apreciar el Albaicín desde una perspectiva diferente, invitando al visitante a ampliar su atención más allá de la vista e introducirse en la historia de este enclave a través de los sonidos que emanan de sus calles y plazas.
En total, el proyecto 'Itinerarios sonoros del Albaicín' recoge 53 puntos de observación acústica que pueden encontrarse en la página web del Ayuntamiento de Granada, donde se acompañan de una breve explicación y de imágenes con el enclave concreto, así como del horario recomendado para acudir a su encuentro.
Concretamente, se han creado las rutas acústicas 'Sonidos del Darro', 'Sonidos de la ciudad desde el Albaicín', 'Sonidos de la cotidianidad', 'Sonidos para los encuentros' y 'Sonidos de las Placetas', donde se muestran los sonidos dentro su contexto arquitectónico, social y cultural.
Junto a la parte virtual, se han editado mil folletos explicativos de cada uno de los cinco itinerarios en los que se divide esta ruta que estarán a disposición de los visitantes. Todo el proyecto, desarrollado por el Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Granada, arrancará formalmente este miércoles, coincidiendo con la celebración del Día Mundial contra el Ruido.
El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, ha destacado que esta iniciativa aporta la posibilidad de conocer rincones donde "aún se puede apreciar el sonido del agua o el canto de los pájaros", algo que "es difícil en las ciudades modernas".
El rector de la UGR, Francisco González Lodeiro, ha destacado que, pese a la creencia inicial de que la capital granadina es "ruidosa", existen enclaves como el Albaicín que son "profundamente silenciosos" y permiten detenerse en los sonidos. Junto a los olores, ha dicho, son elementos característicos de las ciudades que "no solemos percibir al centrarnos en lo que queda a la vista", por lo que ha destacado la utilidad este proyecto.