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Urbano niega haber escrito o dicho que el Rey incitara o estuviera tras el 23F y pide desclasificación de papeles

En su opinión, parece que existe \"empeño\" en atribuirle palabras que su libro \"no contiene\" y un \"empecinamiento\" que \"no cesa\", pese a sus \"taxativas explicaciones en los mass-media durante estos días\"

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  • Urbano. -

La periodista Pilar Urbano ha negado que haya escrito o dicho que el Rey estuviera detrás del 23-F, que lo incitara o formase parte de alguna trama orientada a "desviarle" de su papel constitucional. También rechaza haber escrito o afirmado que Adolfo Suárez fuera desleal a la Corona. Urbano pide la desclasificación de los documentos oficiales relativos al golpe del Estado para dejar de discutir sobre la "autenticidad" de sus fuentes..

   Pilar Urbano sale "al paso" de la polémica suscitada por su libro 'La gran desmemoria' y enfatiza que determinada personas, sin haber leído su libro o después de una "lectura exprés", han "tergiversado" los hechos que relata referidos "a la relación del Rey con Adolfo Suárez, la Operación Armada y el golpe de Estado del 23-F".

   Por ello, aclara "inequívocamente" que en ningún momento ha escrito ni dicho que el Rey "estuviera detrás del golpe de Estado", ni "incitándolo de algún modo"; ni que el Rey "formase parte de trama alguna "orientada a desviarle de su papel constitucional". También niega que en su libro se afirme que Suárez cometiera "la más mínima deslealtad hacia la Corona". "¡Todo lo contrario y en toda ocasión!", asegura.


   En su opinión, parece que existe "empeño" en atribuirle palabras que su libro "no contiene" y un "empecinamiento" que "no cesa", pese a sus "taxativas explicaciones en los mass-media durante estos días".

   Así, se remite al propio libro que contiene, señala, "un abundante número de documentos y notas" en las que indica las fuentes que ha usado. Aclara que siempre se ha basado en lo que presenció y en "largas conversaciones con protagonistas o testigos directos, corroboradas por terceras personas, incluso por escrito".

CONTRASTAR CON TRES FUENTES

   Explica que ha cumplido la "ley de oro" de la prensa anglosajona de contrastar con tres fuentes. "Yo lo he cumplido así en todos los pasajes de mi libro, y en varios de ellos por su complejidad he tenido que manejarme con seis y hasta siete fuentes", añade.

   En cuanto a los datos, fechas o lugares y en la reconstrucción de escenas y diálogos, incide en que se ha ceñido "fidelísimamente" a la "verdad histórica", sin ceder a "hipótesis verosímiles pero inciertas".

   Recuerda su trayectoria profesional de cincuenta años que considera ha sido cuestionada en público y expresa su respeto a la libertad de crítica "por contundente y dura que sea" a una obra expuesta al público, pero también ve "inadmisible" el "agravio ad persona, y el desdoro infamante" a una ejecutoria "seria y rigurosa". Especialmente, cuando se pretende "socavar su credibilidad, única garantía del periodista-investigador ante los lectores".

"DIÁLOGOS DE CEMENTERIO"

   Añade que todo lo que narra en su libro surge de "testimonios de personas que en su día estuvieron en la primera línea de la acción política". Recuerda que muchos han fallecido, que su investigación para esta obra se inició hace diez años, y que sus vivencias y conversaciones periodísticas con esos protagonistas "vienen aún de mucho más atrás". Hace hincapié en que cuando habló con ellos "con libertad y confianza, estaban vivos". Confiesa que le produce "hasta vergüenza ajena" tener que escribir la obviedad de que no fueron "diálogos de cementerio".

   Tras estas consideraciones, apunta que la mejor manera de dejar de discutir sobre la autenticidad de las fuentes es la "desclasificación de los documentos oficiales" relativos al 23F. "Es cantera legítima para quienes queremos historiar nuestro pasado reciente, sin hermetismos y opacidades".

   Para Pilar Urbano, no hay "ningún personaje, ni rey, ni caudillo, ni papa, que no pueda ser sujeto historiable". Para esa tarea reivindica "la libertad de investigación, y el derecho de obtener y transmitir información veraz".

   La periodista y escritora, "en defensa del lector", expresa su deseo de que se le deje juzgar por sí mismo, "sin ofuscarle con prevenciones antes de que haya podido tener el libro a su disposición".

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