Al menos tres personas --entre ellas dos soldados-- han fallecido y otras trece han resultado heridas este lunes en una nueva jornada de enfrentamientos entre seguidores y detractores del presidente sirio, Bashar al Assad, lo que eleva a 15 el número de muertos desde el estallido del brote de violencia el jueves de la semana pasada.
Los principales enfrentamientos se han registrado los barrios de Jabal Mohsen, de mayoría alauí y afín al régimen de Al Assad, y de Bab al Tabané, de mayoría suní y partidaria de la sublevación contra el presidente sirio.
Fuentes de seguridad citadas por el diario libanés 'The Daily Star' han indicado que el Ejército, que se encuentra desplegado en la ciudad desde el año pasado en el marco de un plan de seguridad para contener la violencia, ha sido objeto de ataques por parte de ambos bandos.
Está previsto que el primer ministro, Tammam Salam, se reúna durante la jornada del martes con parlamentarios de Trípoli, entre ellos el exprimer ministro Nayib Mikati, para discutir vías para estabilizar la situación de seguridad en la segunda ciudad más poblada del país.
El presidente libanés, Michel Suleiman, lamentó el domingo la pérdida de vidas humanas en Trípoli y destacó la importancia de que "en este momento crítico los libaneses se disocien de las consecuencias negativas" del conflicto en Siria.
El sábado, los vecinos de Bab al Tabané se manifestaron para protestar por la situación en la ciudad y la última oleada de violencia, que comenzó con la muerte de un suní en el centro de Trípoli a manos de individuos no identificados que le tirotearon desde una motocicleta.