La Federación de Empresarios del Metal (Fedeme) ha remitido al Ayuntamiento sus alegaciones a la ordenanza de Circulación, en las que reclama, entre otros aspectos, que las motocicletas puedan circular la circulación de motocicletas y ciclomotores por los carriles reservados (bus) y que, además, puedan circular por los arcenes.
La patronal del metal, que considera que la ordenanza “no ampara suficientemente” los intereses que representa, también ha solicitado que se autorice “de forma expresa” la circulación de motos y ciclomotores en zonas de tráfico restringido, como el casco histórico como “medida de fomento de la moto”.
Igual que pide que se permite la circulación de motos por arcenes y por carriles reservados, en éstos últimos reclama que se cumpla con la obligación de señalizar qué vehículos pueden circular por ellos al comienzo de cada carril reservado, en el que se permite circular a los vehículos eléctricos.
También reclaman que kas motos también puedan beneficiarse de las bonificaciones fiscales sólo previstas para los vehículos eléctricos, y que se les permita estacionar en los aparcamientos destinados a turismos.
Sobre la zona azul y las zonas de carga y descarga, Fedeme reclama que se habiliten plazas de estacionamiento regulado reservadas para las empresas instaladoras o de mantenimiento, que previo abono de un canon anual y con vehículos autorizados puedan permitir realizar su trabajo correctamente y que se extienda el periodo de los 45 minutos a la hora.
En cuanto a la regulación de las caravanas, solicita incorporar alguna “limitación” al concepto de acampada, atendiendo al tipo de vehículo, y reclaman la creación de áreas especiales de acogida para caravanas y autocaravanas en trásito, con 48 horas de permanencia.
Sí que están de acuerdo en la prohibición expresa del estacionamiento en la vía pública para vehículos en alquiler o venta, aunque consideran necesario “la estricta aplicación de dicha prohibición, requiriendo igualmente la más dura persecución respecto a las infracciones que sean detectadas”.
Fedeme considera que la venta ilegal de vehículos de ocasión provoca un “enorme perjuicio” a las empresas que lícitamente desarollan esta actividad económica y la competencia desleal que representa.
