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Punta Umbría

El director Miguel Narros recibe el Premio Max de Honor

El director Miguel Narros fue distinguido ayer con el Premio Max de Honor, un galardón que recibirá recibirá el próximo 30 de marzo en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, durante una gala en la que se conocerán los ganadores de las 23 categorías a concurso.

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El director Miguel Narros fue distinguido ayer con el Premio Max de Honor, un galardón que recibirá recibirá el próximo 30 de marzo en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria, durante una gala en la que se conocerán los ganadores de las 23 categorías a concurso. 

El comité organizador de la XII edición de los Premios Max, una iniciativa de la Fundación Autor y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), ha concedido este premio a Miguel Narros de forma unánime, en reconocimiento a sus aportaciones a las artes escénicas, según ha informado la SGAE. 

En anteriores ediciones, este Premio Max de Honor ha sido concedido a Víctor Ullate, Fernando Arrabal, Pilar López, José María Rodríguez Méndez, Francisco Nieva, Alfonso Sastre, Buero Vallejo, Marsillach, Antonio Gala y José Tamayo. 

Narros tiene 80 años, detesta que le llamen “maestro” y “mucha prisa”, y por esto último, dice en una entrevista tras saber que le han dado el citado premio, se ha roto el peroné. Certificó, del tirón, lo difícil que es todo para un discapacitado y que en la vida “unas veces ganas y otras pierdes”. 

“¿Que si estoy contento con el premio? Muy satisfecho porque siempre es una alegría que te den un Max –ya tiene dos y otros tres como finalista– porque es un galardón con muchos valores”, asegura este madrileño que tiene a sus espaldas cerca de 60 años de carrera y que no ha parado ni siquiera en los cuatro meses que ha tenido que llevar una férula en la pierna por salir deprisa y escurrirse en el hielo a la salida de su casa, en Valdemorillo (Madrid). 

“Acaban de quitarme la escayola. Tengo que ir deprisa para atender a todo lo que me traigo entre manos y por eso me ha pasado esto. Te das cuenta que el mundo no está hecho para los inválidos, todo son obstáculos”, asegura.

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