La autopsia que se le ha practicado al cadáver de un joven subsahariano que fue localizado este sábado por la Guardia Civil en aguas de Ceuta ha confirmado que la causa de su muerte fue asfixia por inmersión. Su cuerpo no presenta signos de haber sufrido ningún tipo de violencia, según han informado este domingo a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma.
El cadáver, de entre 20 y 30 años, fue encontrado este sábado a las 18,30 horas por el Servicio Marítimo de la Benemérita, que desde los sucesos del jueves por la mañana, cuando más de 250 indocumentados intentaron entrar en la ciudad autónoma superando el espigón fronterizo del Tarajal, mantiene un servicio de vigilancia permanente en la zona por si aparecen más cuerpos sin vida.
Hasta ahora solamente una víctima mortal ha sido encontrada en aguas jurisdiccionales españolas. El mismo jueves las Fuerzas de Seguridad marroquíes dieron cuenta de la existencia de nueve cadáveres y el viernes se conoció la localización de otros cinco.
Desde el primer momento las autoridades españolas han trabajado con la hipótesis de que los fallecidos perdieron la vida por aplastamiento o asfixia por inmersión pese a que algunas ONGs han dado cuenta de testimonios de subsaharianos según los cuales la Guardia Civil hizo uso de material antidisturbios para evitar que saliesen del agua y llegasen a territorio español, algo reiteradamente desmentido por el delegado del Gobierno y la propia Benemérita.
