El nombre del entrenador vasco del Sevilla vuelve a salir a la palestra tras dos discutidos resultados y, sobre todo, tras el último planteamiento técnico desarrollado en la Rosaleda. Pero es la ley del fútbol, más aún cuando no uno, ni dos, sino que todos saben que el error para consumar la derrota procedió del propio banquillo.
Unai Emery es un entrenador al que siempre se la ha discutido su falta de entereza ante partidos de vital importancia. Casi nunca alcanzó eliminatorias finales en Valencia y con el Sevilla marcha por el mismo camino. Sus actuaciones tácticas en Nervión nunca han pasado desapercibidas y son muchos los que reconocen al de Hondarribia con el pseudónimo de ‘Manolo’ Emery, en alusión al fútbol practicado por su homónimo Manolo Jiménez.
En Málaga el sistema inicial fue un verdadero desastre ante un equipo que no le marcaba un gol ni al arco iris. Pues bien, el preparador optó por plantar una defensa de cinco hombres, con el hándicap además de la escasa fluidez de sus dos laterales Alberto Moreno y Coke. Ello llevó a que el conjunto de Schuster se hiciera con el cuero en buena fase del encuentro y, casi sin querer, llegaran asiduamente al área de Beto.
Lo peor de todo es que durante los quince primeros minutos de la segunda mitad se demostró que con el balón el Sevilla era infinitamente superior. Pero la remontada le llevó a dar un nuevo paso atrás hasta el punto de ceder ante un equipo muy inferior al sevillista. Ahora, el nombre de Emery vuelve a estar en la boca de casi todos.
El técnico se excusa
Como acostumbra, Unai analizó la derrota en su blog personal, asumiendo su error. “Habíamos preparado el choque con el objetivo de no tener fisuras en defensa con cinco jugadores. Pero luego, subiendo con el 3-4-3 no supimos mantener la posesión”.