El Gobierno de Estados Unidos está considerando entrenar a las fuerzas de élite iraquíes en Jordania como método para respaldar los esfuerzos de las autoridades del país árabe en su lucha contra la organización terrorista Al Qaeda.
"Existe una discusión sobre este asunto, y Jordania está participando en las mismas", han indicado fuentes del Departamento de Defensa a la agencia británica de noticias Reuters. Estas mismas fuentes han indicado que el entrenamiento tendría lugar en un centro privado cercano a la capital, Amán.
Esta misma semana, el Gobierno jordano había enviado un mensaje de tranquilidad asegurando que los avances logrados por el Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) en la provincia iraquí de Anbar, fronteriza entre ambos países, no suponen una amenaza para el país.
"Continuamos controlando nuestras fronteras ante cualquier situación. Nuestra seguridad fronteriza ha demostrado un éxito tremendo en los últimos años", indicó el ministro de Comunicación y Medios de Jordania, Mohamad Momani, que es también portavoz del Gobierno.
El ISIS se hizo la semana pasada con el control de las localidades iraquíes de Faluya y Ramadi, si bien la Policía y las tribus de esta última ciudad recuperaron esta semana el control de la misma, si bien los enfrentamientos han vuelto a estallar en su interior a última hora de este jueves.
El miércoles, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, prometió que "arrancará de raíz" a Al Qaeda y se mostró convencido de la victoria. En un mensaje televisado, también agradeció a la comunidad internacional su apoyo en la lucha contra Al Qaeda e instó a los miembros del grupo y a quienes les apoyan a rendirse, prometiendo clemencia.
La salida de las tropas estadounidenses del país y el conflicto en Siria, con fuertes connotaciones sectarias, ha exacerbado las tensiones entre la comunidad suní y el Ejecutivo de Al Maliki, que tienen como puntos de fricción un sistema judicial que discrimina sistemáticamente a los suníes y la exclusión de esta comunidad de los altos cargos de la Administración iraquí.
No en vano, los enfrentamientos violentos con tintes sectarios entre la minoría suní y la dominante comunidad chií ya eran una tónica habitual, reminiscencia de los años de guerra en Irak tras la ocupación estadounidense --especialmente entre los años 2006 y 2007--.
Los levantamientos populares contra el Gobierno, asimismo, encontraron su germen en la ola de levantamientos de 2011 en Oriente Próximo y el norte de África, conocida como la 'Primavera Árabe', que empujó a los suníes a rebelarse pacíficamente contra Al Maliki.