Deslumbra y sobrecoge, y cuando el visitante está frente a ella cuesta atender a otros detalles. Ésta será, sin duda, la principal baza que hoy jugará la Santa Iglesia Catedral de la Asunción de la Virgen de Jaén. El resto, el entorno, las tesis y teorías y los cientos de páginas de la Propuesta de Extensión de los Conjuntos Monumentales Renacentistas de Úbeda y Baeza a la Catedral de Jaén, no cambiarán un ápice la monumentalidad y la singularidad de un templo que debería llevar diez años siendo Patrimonio Mundial.
Ahora, lo que el miope e ingrato devenir político de esta provincia no quiso abordar a finales del siglo pasado con la declaración final en 2003 de Úbeda y Baeza como ciudades Patrimonio de la Humanidad, podrá hacerlo un técnico de la Unesco. Hoy podría darse un paso fundamental para deshacer ese entuerto y para que la principal obra del mayor arquitecto del Renacimiento español, Andrés de Vandelvira, que propició que Úbeda y Baeza entraran a formar parte del selecto club mundial, ocupe un lugar primordial en la oferta de los conjuntos monumentales renacentistas.
Desde 2005, cuando el Ayuntamiento de Jaén, a través de su aún concejal de Cultura, Cristina Nestares, recogió el guante lanzado dos años antes por el director de este periódico, Antonio Garrido, en el pregón de la feria de San Lucas de aquel año, reclamando la declaración de la Catedral de Jaén como Patrimonio de la Humanidad, se han sucedido sinsabores y equivocados caminos para conseguir tal fin. Ahora, en la senda correcta, con no pocas piedras en el camino que retirar aún, los ojos de la Unesco pasearán por la plaza de Santa María y visitarán los 8.400 metros cuadrados sobre los que la Catedral de Jaén se levanta, visible cinco siglos después de su concepción sobre el anterior templo gótico desde cualquier punto del extrarradio de Jaén.
¿Qué dicen los expertos?
Pesa el estado del entorno del templo, que ha despertado tarde al esplendor catedralicio, pero que está en el camino de encontrar la armonía con la obra de Vandelvira. Pesa también la política de la Unesco de no ser muy partidaria, como ha apuntado en alguna ocasión el director general de Bellas Artes, Jesús Prieto de Pedro, de ampliar conjuntos monumentales. Y pesa que tampoco es la Unesco proclive a engordar la lista de monumentos arquitectónicos catalogados como Patrimonio Mundial. Sin embargo, sería un ejercicio de cinismo seguir permitiendo, tal y como apuntan voces autorizadas, que se pueda optar a una ampliación o a presentar una candidatura arquitectónica y descartarla con argumentos tan peregrinos, obviando los verdaderos valores patrimoniales.
Andrés de Vandelvira revolucionó la arquitectura renacentista de su época, hizo de la Estereotomía (el arte del corte de la piedra) una herramienta para innovar y reinterpretar el clasicismo; y de aquellas brillantes y aclamadas técnicas nació una nueva escuela y la Catedral de Jaén, que conserva un carácter unitario, que no ha sufrido reconstrucciones ni obras de reparación mayor y que es la gran obra final de Andrés de Vandelvira, tras su paso por Úbeda y Baeza. Es por eso que todos los expertos que han participado de una forma u otra en este camino hacia la declaración como Patrimonio Mundial, coinciden en que la declaración de Úbeda y Baeza, como ejemplos del Renaciomiento español y obra del mayor arquitecto de la época, está coja, ya que falta el templo que culmina el periplo renacentista tanto del autor como de ambas ciudades. Difícilmente tendría el mismo peso en la Historia del Arte un Leonardo da Vinci sin “La Monalisa”, un Van Gogh sin “Los girasoles” o un Picasso sin “El guernika”, o cuando menos, ¡qué gran pérdida para la Humanidad que hubieran desaparecido o privados de la exposición pública!
Por todo ello, desde hoy, una fecha que quedará marcada en el calendario de la historia de la ciudad, VIVA JAÉN pone en marcha una campaña de apoyo a la declaración como Patrimonio Mundial de la Catedral de la Asunción, porque es “El deseo de todo Jaén” y porque el valor patrimonial e histórico debe primar sobre directrices efímeras y responsabilidades políticas
