Sí, quizás el partido de Pucela fue el más parecido al de aquel disputado en Riazor un 24 de septiembre de 2012. Seguramente, con el mismo 0-2, desarrolló un fútbol notable y con ocasiones para certificar un triunfo tan merecido como el de entonces. La diferencia, ante el Dépor no había nadie sobre la tierra que dudase durante el mismo de que los tres puntos viajarían a Sevilla y en Valladolid, sea por lo que fuere, sí.
La jornada de ayer, día en el que equipo regresaba a la capital andaluza, fue única y exclusivamente para la reflexión. Para pensar que está sucediendo en el seno de un conjunto que hace méritos y más que suficientes para romper la racha negativa a domicilio y al final, como siempre, terminan apareciendo los fantasmas de estos trece y largos meses. Y Aunque ya algunos comienzan a aducir que esta situación es cuestión de brujerías, lo cierto es que más allá de lo estrictamente paranormal hay que buscar soluciones en el mundo de los vivos. Pero claro, los nervionenses hicieron todo lo que debía hacer un equipo para ganar fuera de casa, que es anotar rápido, si es doble mejor, y arroparse bien atrás. Lo consiguió, al menos durante 80 minutos. Incluso el tanto de Manucho inesperado y, aunque se pueda alegar el empate a problemas psicológicos, lo cierto es que en esta ocasión no dio tiempo ni para ello. Por supuesto, nadie se salva de la responsabilidad de que te igualen en tres minutos, comenzando por el técnico Unai Emery y pasando por todos los jugadores.
Más allá de las sinrazones, los de Emery, al igual que en Anoeta, evidenciaron una mejoría patente. Ahora toca fortalecer el Pizjuán y preparar la próxima salida dentro de dos semanas al Bernabéu.
21 encuentros sin ganar a domicilio
Trece meses se cumplirán en apenas dos días. Mucho tiempo para un equipo confeccionado para optar a metas europeas
Lo positivo
Más allá de sensaciones, que suena a antiguo, los resultados acompañan. Son ya cuatro jornadas invictos en Liga.
Carlos Bacca se pone a tono a base de goles
El delantero colombiano es ya el máximo artillero de la plantilla sevillista con sus siete dianas en competiciones oficiales. Tres lleva en Liga (dos al Rayo y uno al Valladolid) y otros cuatro en Europa (uno al Podgorica, otro al Friburgo y dos al Slask). De este modo, Carlos Bacca se sitúa por delante de su compañero Kevin Gameiro (seis goles), además aventajándole en el promedio de goles por minutos jugados. Y es que el internacional colombiano ha disputado 321 minutos oficiales, mientras que el punta francés acumula casi el doble, 566 minutos. De este modo, Bacca, con fútbol y goles, empieza a hacer valer los 7 millones invertidos en él.