El Betis sigue sin levantar cabeza. De nada sirvió el periodo de reflexión del parón liguero, pues el Elche por tercera ocasión como visitante, se plantó en el Villamarín y venció por 1-2 con goles de Manu Del Moral y Fidel en la primera mitad. Molina acortó distancias al filo del descanso. Los verdiblancos, que disputaron la segunda mitad con un jugador más, fueron incapaces de remontar.
Alineación con varias sorpresas; si bien el sistema empleado esta vez, fue el habitual con bandas y doble pivote ensayado durante la semana por parte de Mel. Así, Juan Carlos y Salva Sevilla que volvían a una convocatoria, partían de entrada en el once. En el conjunto de Escribá dos exsevillistas y un exbético; estos son, Botía, Manu del Moral y Rubén Pérez.
Lento en la ejecución de ideas, no parecía que el Betis diese síntoma alguno de mejoría con respecto a lo visto en el último encuentro de Getafe. Prueba de ello, la tarjeta amarilla de Amaya en el minuto 1 de partido, algo que ejemplificaba la falta de concentración con la que el equipo saltó al terreno de juego.
Hasta el 17’ de la primera mitad hubo que esperar para ver una ocasión en el Villamarín, lanzamiento desde fuera del área de Matilla que se marchaba por encima del travesaño del cuadro ilicitano.
Al mismo tiempo, algo se estaba mascando en el partido. Mientras los futbolistas béticos se perdían en protestas sin sentido con el árbitro, el Elche, a la chita callando, bien colocado en el campo esperaba su oportunidad en silencio hasta que llegó.
Para hurgar más en la herida, fue Manu del Moral quien en área chica y en posición franca ante la impasividad de la zaga heliopolitana, cabeceaba el preciso centro de Cisma desde la izquierda para abrir el marcador cuando aún no se cumplía la media hora de juego en el duelo.
Lo peor no obstante, estaba todavía por llegar. Ni cinco minutos de reloj pasaron y segundo jarro de agua fría para los verdiblancos cuando en el 33’, un despiste de Paulao es aprovechado por Corominas que con ventaja evita el fuera de juego, amaga el tiro y termina cediéndole el esférico a Fidel quien de disparo cruzado bate a Sara poniendo el 0-2 en el luminoso de Heliópolis.
Pésima imagen y nefasto resultado de los de Mel, pues únicamente una remontada milagrosa salvaría las penurias deportivas de un Betis que durante muchas fases del envite rozaba el ridículo.
Fue en ese instante, perdida ya toda esperanza y tras una clara ocasión de Juan Carlos que Manu Herrera resolvería a bocajarro; sería Jorge Molina quien libre de marca remataría a gol con la testa una falta escorada botada por Salva Sevilla reduciendo distancias en el minuto 41 que debió ser anulado.
Todos los reveses del Betis desaparecieron a la salida de vestuarios para afrontar la segunda mitad que partiría desde el principio con una ventaja a costa de la expulsión de Cisma por obstrucción a la carrera de Juanfran. Segunda amarilla y roja por tanto para al lateral zurdo del Elche que jugaría con inferioridad numérica hasta el final.
Aún así, el paso de los minutos no hacía notar esa superioridad del equipo de las trece barras sobre el bloque de Escribá, arropados atrás y con las líneas muy juntas.
Las oportunidades, escasas y sin verdadero peligro se perdían en el olvido de una derrota que dará que hablar.