Dos aviones de combate de la Marina estadounidense que volaban casi sin combustible se han visto obligados a soltar cuatro bombas cerca de la Gran Barrera de Coral de la costa australiana.
El peso de las bombas, ninguna de las cuales ha hecho explosión, estaba arrastrando a los aviones, que corrían peligro de estrellarse, según el comunicado de la Marina estadounidense recogido por la cadena CNN.
Dos de los artefactos fueron desactivados antes del lanzamiento y las otras dos bombas no estaban activadas.
Además, en el peor de los casos, los pilotos han elegido un lugar lo suficientemente alejado de la Gran Barrera, una maravilla de la naturaleza y patrimonio de la Humanidad que contiene 400 tipos de coral y 5.500 tipos de peces y moluscos.