El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional quiere saber el pronóstico de vida actualizado del etarra Josu Uribetxeberria Bolinaga y si podría ser tratado de su cáncer en prisión, según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de la decisión adoptada por este Juzgado, que atiende así la solicitud de la Fiscalía y de las víctimas que pidieron un informe alternativo al remitido por Osakidetza.
En aquel estudio remitido este mes a Interior los médicos del Hospital San Sebastián que atendieron al preso se ratificaron en las conclusiones que propiciaron su excarcelación el pasado verano. El Ministerio Público se opuso y solicitó un nuevo informe médico para conocer el pronóstico vital actual.
En la misma línea se pronunció la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) a través de un escrito que el juez ha decidido aceptar de oficio pese a que este colectivo no es parte del procedimiento, indican estas fuentes.
En concreto, el Juzgado cursa su petición de un nuevo informe detallado al Instituto de Medicina Legal Órganos Jurisdicción Estatal, un organismo que fue creado el 9 de julio de 2012 y que entró en funcionamiento dos meses después, el 17 de septiembre de 2012.
LOS FORENSES, A REPARTO
Las fuentes consultadas explican que antes de su entrada en vigor cada Juzgado tenía asignado por un médico forense, pero ahora serán dos y elegidos por un sistema de reparto. De este modo no necesariamente tendría por que encargase de la evaluación del preso la misma forense que lo hizo el verano pasado como pretendía la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
El juez pretende que en este nuevo informe se incluya la evaluación médica actual de Bolinaga para saber si sigue en estado "muy grave e incurable" (en los términos que recoge el Código Penal), y el pronóstico vital teniendo en cuenta la evaluación de esa enfermedad. Para ello, Bolinaga tendría que ser evaluado por los facultativos designados por el Instituto de Medicina Legal.
Además, el juez quiere que esos mismos facultativos valoren la compatibilidad de que Bolinaga siga recibiendo su tratamiento contra el cáncer en la cárcel. Para ello solicita que se desplacen personalmente a la cárcel de Zaballa (Álava) de la que depende el etarra para visitar las instalaciones sanitarias y así puedan conocer el lugar y los recursos con los que sería atendido si volviese a prisión.
Fue el Ministerio del Interior el que transcurridos diez meses desde la excarcelación del terrorista solicitó en junio al servicio vasco de salud un nuevo informe sobre su situación a efectos de que los jueces decidiesen si procede que el etarra siga recibiendo el tratamiento en su domicilio en el municipio guipuzcoano de Mondragón.
En consecuencia el Hospital de San Sebastián respondió que Bolinaga no presenta ninguna mejoría y mantuvo su pronóstico del pasado verano: un 50 por ciento de posibilidades de morir a los nueve meses y un 90 por ciento de fallecer a lo largo de un año.
DOS SITUACIONES LÍMITE
Además ese informe añadía que Bolinaga ha sobrevivido durante los últimos diez meses a dos situaciones límite provocadas por una trombosis y una hidrocefalia, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras del informe que hace un repaso mensual de su evolución desde que el hospital emitió en agosto los dictámenes por los que se le concedió la libertad condicional.
En este repaso se incluyen estas dos incidencias. La primera de ellas, la trombosis, ocurrió en octubre cuando aún se encontraba ingresado a la espera de recibir el alta y ser trasladado a su casa en el municipio guipuzcoano de Mondragón.
Posteriormente se produjo la hidrocefalia, que ocurrió antes de Semana Santa. A Uribetxeberría Bolinaga se le hinchó la cabeza de manera significativa, añaden las mismas fuentes. Una vez superadas estas dos situaciones, el secuestrador de Ortega Lara se estabilizó al tiempo que recibía tratamiento con un medicamento llamado 'Sunitinib'.