Este pasado viernes, 5 de Julio, tuvo lugar la anunciada presentación del libro Lucifer con hábito y sotana: Clérigos homicidas en España y América”, de Salvador Daza y María Regla Prieto.
El acto se celebró en la bodega El Cuadro, sede provisional de la Fundación Julián Cerdán, ante un numerosísimo público que oyó con verdadera expectación cada una de las intervenciones que se produjeron por parte del organizador del acto, Juan Alcón, de la Librería Forum, los autores y el presentador de la obra, el profesor del Instituto Francisco Pacheco, José Pallarés Moreno.
Tras las palabras de bienvenida de Juan Alcón, el profesor Pallarés comenzó su disertación con un llamamiento público sobre el grave problema que sufre en la actualidad la Biblioteca Municipal de Sanlúcar, a la que han vuelto a cortar la luz eléctrica. Estas primeras palabras de reivindicación fueron rubricadas por el aplauso de los espectadores del acto.
Entrando en materia, José Pallarés comenzó recordando los pasajes finales de la célebre novela La Regenta, de Clarín, para conducir, bajo esta atmósfera espesamente morbosa, su intervención hacia el análisis de los violentos protagonistas religiosos que incluye el libro que se presentaba.
Con unos conceptos muy bien definidos y explicados, Pallarés dibujó los perfiles de los homicidas que ejecutaron tan graves crímenes y que crearon grandes conflictos jurídicos tanto a la Iglesia, que siempre tendía a protegerles corporativamente, como al Estado, que siempre trataba de hacer Justicia sin distinciones aunque la Ley de entonces no lo amparara.
Por su parte, los autores, Salvador Daza y María Regla Prieto, explicaron la curiosa génesis de sus investigaciones, que ya abarcan más de quince años, y cuyos frutos han sido cuatro libros donde se recogen muchos casos de asesinatos cometidos por sacerdotes, frailes y clérigos en diferentes lugares de España, así como en la América colonial, verdadera novedad y aportación de esta última publicación que tanto ha interés ha despertado en el terreno bibliográfico.
Una emotivas palabras de Pablo González, vicepresidente de la Fundación Julián Cerdán, anfitriona del acto, cerraron la multitudinaria presentación, que contó con el broche de oro de dos breves y magistrales interpretaciones del joveno músico violinista sanluqueño Alfonso Cuevas Gallego. La manzanilla de Bodegas Argüeso pondría el resto, completando una velada verdaderamente importante desde el punto de vista cultural.