El expresidente del Gobierno Felipe González ha criticado duramente este viernes a Estados Unidos tanto por el espionaje a países europeos como por la retención del vuelo del presidente de Bolivia, Evo Morales, ya que considera que ambas cosas "no son tolerables". "Lo que ha ocurrido no es de recibo", ha añadido.
Durante la presentación del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en un desayuno informativo en Madrid, González ha afirmado que "no es tolerable que se espíe a ciudadanos de Europa y de todo el mundo" y, aunque ha admitido que siente "respeto" por Estados Unidos, "hay cosas que no son tolerables".
Pero además, el expresidente socialista ha lamentado que los países europeos "no pidan explicaciones seriamente" cuando se han conocido los programas de espionaje de Estados Unidos en Europa. A los europeos, ha apuntado, "sólo les queda la superioridad moral".
A continuación, González ha denunciado la "especie de vodevil" que se ha visto en los últimos días con el "extraño" acontecimiento de la retención del avión de Morales. "Me da exactamente igual la consideración que cada uno tenga del presidente de Bolivia; lo que ha ocurrido no es de recibo", ha subrayado.
Así, ha aprovechado la presentación de Shulz para destacar que el presidente de la Eurocámara ha sido "la autoridad europea que más claramente ha exigido claridad y responsabilidad en la defensa de los intereses de los ciudadanos europeos".
SHULZ, "ALTERNATIVA REAL" EN LA UE
González ha señalado que espera que Shulz encabece la candidatura de los socialistas europeos a presidir la Comisión Europea, ya que, a su juicio, "por primera vez" podría haber una "alternativa real" a la política que impera actualmente en el órgano de gobierno de la UE. "La política hegemónica es errónea para enfrentar la crisis porque se confunde crisis de deuda con crisis de liquidez. Mi país lo está padeciendo", ha explicado.
En su opinión, esta perspectiva puede llevar a "situaciones peligrosas", de modo que ha hecho un llamamiento por llevar a cabo las políticas necesarias para que el crédito llegue a las empresas, así como una reforma del marco financiero global que lo haga previsible para el futuro. "Me agobia pensar lo que estamos viviendo", ha remarcado.
Ante esta situación, el expresidente socialista ha afirmado que Europa necesita una "alternativa para las reformas estructurales que abran un nuevo horizonte para la Unión", algo para lo que tiene "esperanzas" en Martin Shulz y en que lo haga en un Parlamento Europeo con muchas más competencias que el actual.