Esta vez ya no vale el tópico de “vino porque es bueno, pero no se ha aclimatado”. Ahora, a las duras, la situación del director deportivo nervionense está al límite. La confianza, esa que promulga su jefe y presidente del Sevilla, José María del Nido, no es más que el último aviso. Obligado a cambiar la táctica de fichajes y pasar de los Babá, Stevanovic y Hervás, a los Martí, Dani Alves y Adriano. Al fin y el cabo, de él mismo dependerá su futuro como director deportivo del Sevilla.
¿Qué se desgañita si el equipo pierde?, los que lo conocen saben perfectamente que sí, que hasta pierde las ganas de hablar. ¿Qué es sincero consigo mismo a la hora de formular su dimisión?, por supuesto, quizás el único capacitado en el seno de la entidad capaz de perder su puesto de trabajo por el bien del Sevilla. Y, sobre todo y más importante, es el único consejero que no está cortado con la misma tijera, pero claro, tomado el rol de escudar a José María del Nido ahora las citadas facetas del director deportivo no suenan a graciosas, ni siquiera importan los más mínimo al sevillismo, que exigen resultados. Es más, ningún bien le ha hecho a Monchi que el club haya publicado la lista de los descartados, poniendo así en evidencia la labor ejercida temporadas atrás. Tal vez por ello prefiera trabajar ahora en su soledad. Recuperar sus raíces desde el silencio. No depender de otros técnicos con el cartel de estelar para fichar, como es el caso de Víctor Orta. Toca actuar y recuperar la esencia que lo convirtió en uno de los más afamados directores deportivos del panorama internacional. Ha tomado una política de despiste. Los dos fichajes hasta la fecha eran inesperados por todos. Eso sí, en el capítulo de salidas, atendiendo a lo previsto con las ventas de Navas y la próxima de Negredo sí está funcionando como entonces. Precios altos y al contado. A ello, hay que sumarle las cifras no menos importantes por dos canteranos casi inéditos en los últimos años.
Pero claro, no sólo de ventas vive el hombre. Ahora toca actuar sobre el mercado y no con los Rusescu y Jairo se ilusiona a una afición que el mismo club ha convertido en exigente. Ni a pesar de la considerable bajada de los abonos hay razón para pensar lo contrario. Lo ha dicho el presidente, “buscamos dos centrales, dos extremos y dos delantero”. En Monchi cae el marrón. Además, con cuidado, porque ahora el gato por liebre le puede costar caro.
El Sevilla ficha al joven Eugeni del Nástic
El joven centrocampista de 18 años del Nástic de Tarragona, Eugeni Valderrama, se ha convertido en el primer refuerzo del Sevilla Atlético para la próxima campaña. El jugador firma por los tres próximos años y el traspaso ronda los 150.000 euros.
