Un centenar de inmigrantes, en su mayoría de nacionalidad búlgara, que llegaron meses atrás a Cartaya para trabajar en la recogida de la fresa, han presentado una denuncia judicial reclamando el pago de los salarios, tras recibir solo algunos anticipos desde que comenzaron a trabajar.
Un portavoz de una ONG que trabaja con los inmigrantes, Juan Labrador, ha explicado hoy que han trabajado en la finca desde septiembre pasado, "y lo han denunciado ahora, que tras terminar la recolección quieren volver a sus países de origen", sin que tengan recursos para ello.
"Estos trabajadores han malvivido con algunos anticipos, pero ahora su situación es muy complicada", ha explicado Labrador, que ha indicado que el empresario para el que han trabajado les ha dicho que el problema se va a solucionar, sin que se sepa cuando les podrá pagar todo lo que les debe.
Ante esta situación, los trabajadores han presentado una denuncia en el juzgado, con la esperanza de poder regresar a sus países cuanto antes.
