La Fundación Atarazanas ha urgido este jueves a La Caixa a alcanzar un acuerdo "definitivo" con la Consejería de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía que "beneficie a las Reales Atarazanas, a Sevilla y a los andaluces" y posibilite la "inmediata apertura" del mencionado inmueble, considerado Bien de Interés Cultural (BIC), de forma que éste deje de estar "cerrado a cal y canto" y en una situación de "absoluto abandono".
Además, la fundación ha reclamado a través de un comunicado el diseño de un plan de actividades culturales "adaptado las circunstancias actuales del conjunto monumental" que sirva para que tanto los sevillanos como "miles de visitantes" puedan "maravillarse" de un espacio "único e inigualable".
Para la Fundación Atarazanas, el futuro proyecto de rehabilitación del edificio, "que deberá estar cubierto y garantizado por La Caixa", no es "óbice" para iniciar ese plan de actividades "con las oportunas medidas técnicas".
Esta entidad ha emitido este comunicado después de que un "incidente" ocurrido días atrás haya demostrado, en su opinión, "el grado de abandono y desprecio" que, según este colectivo, existe por parte de la entidad financiera catalana hacia "un bien de todos al que, salvo para sus fines publicitarios, les ha salido gratis durante cuatro años".
En concreto, la Fundación ha explicado que hace unos días La Caixa "se negó en todo momento a facilitar la entrada" al BIC de expertos de la Agencia de Medio Ambiente de la Junta para rescatar a una cigüeña herida que se había quedado atrapada en el interior del inmueble.
Al hilo de ese episodio, la organización ha querido reiterar su "compromiso de apoyo sin fisuras" a las instituciones públicas "comprometidas" con las Reales Atarazanas de Sevilla, "en especial la Consejería de Cultura, en tanto titular responsable del BIC, con el ánimo de alcanzar entre todos una solución de consenso que favorezca el futuro que verdaderamente merecen".
Además, ha expresado su "total rechazo" a la postura "hartera y ventajista" en este asunto de La Caixa, que "después de casi cinco años de concesión demanial por parte de la Junta de Andalucía, ha demostrado un absoluto abandono de las responsabilidades inherentes al espíritu del convenio firmado, incluyendo las tareas de protección y mantenimiento de un bien público de esta naturaleza".
Como consecuencia del citado "abandono", concluye la Fundación, las Reales Atarazanas "siguen prisioneras del capricho de sus administradores catalanes", a quienes culpan además de aplicar un "trato humillante" a Sevilla "con actuaciones como Isla Mágica, Cajasol y Torre Caixabank".
