El tenista español Rafa Nadal se clasificó este viernes para la tercera ronda del torneo de Roland Garros, segundo 'grande' de la temporada, tras derrotar, con cierto trabajo, al eslovaco Martin Klizan en cuatro sets (4-6, 6-3, 6-3 y 6-3).
No fue un gran partido del siete veces campeón en París que, como le sucediera en su estreno ante el alemán Daniel Brands, fue a remolque, teniendo que remontar un primer set donde su rival ofreció su mejor nivel, pero a partir de ahí reaccionó para evitar un susto innecesario y sacar billete para medirse por un puesto en los octavos de final con el italiano Fabio Fognini.
El jugador manacorí, que vio aplazado este partido al día de hoy a primera hora, no estuvo a su mejor nivel, fundamentalmente con el servicio, pero aprovechó su mayor solidez para acabar con la resistencia de un Klizan, zurdo como él, que pagó caro su excesiva agresividad, marchándose por encima de los 50 de errores no forzados (57), demasiados cuando enfrente está el español.
Sin embargo, sin acercarse a esas cifras, Nadal, cuyo juego no se está acercando de momento al ofrecido en Madrid y Roma, también firmó muchos errores no forzados, cerca de 30, lo que le evitó cerrar el partido con cierta anterioridad, aunque tras la pérdida de la primera manga, nunca más fue por detrás en el marcador.
Klizan comenzó como lo hiciera Brands. Con mucha agresividad en su tenis, sobre todo con su 'drive', y ayudado por el flojo comienzo del balear, evitó que este se marchase en el marcador y mantuvo la igualdad hasta que aprovechó un resquicio en el séptimo juego para romper, un 'break' que acertó a guardar para ponerse por delante (6-4).
Con el marcador en contra, el tercer cabeza de serie reaccionó. Se asentó en la pista, elevó su porcentaje de primeros servicios y, sobre todo, fue más agresivo. En el segundo juego del segundo parcial obtuvo su primera opción de rotura, que no desaprovechó y a Klizan se le empezó a poner cuesta arriba el choque con un segundo 'break' (4-0).
El tenista español, pese a dejarse un servicio por el camino, cerró sin más problemas el parcial (6-3). El eslovaco ya no tenía tanto control del partido y la figura de Nadal se iba agigantando en la Suzanne Lenglen, lo que se tradujo en un nuevo 'break' tempranero. Sin embargo, el de Manacor no olvidó su irregularidad y dio opciones a su rival, aunque supo salvarlas y sentenciar cualquier atisbo de suspense con otra rotura para finiquitar el set (6-3).
La cuarta manga no tuvo demasiada historia, sólo la que quiso darle el jugador español que, sin grandes alardes, se puso 5-1 rápidamente. Aún así, demostró que no estaba en su día más cómodo y le costó cerrar el encuentro tras casi tres horas.