Hace sólo una semana que más de un centena de trabajadores de los tres centros de Cepsa en Huelva (Refinería, Química y Petronuba) y de las contratas protagonizaban una marcha en Palos de la Frontera en la lucha emprendida contra el plan de reestructuración de la petrolera. Esta fue la segunda de una serie de protestas que lejos de acabarse, no han hecho más que empezar, ya que el comité de empresa ha dejado bien claro que no cejará en su empeño de impedir los retrocesos que conllevan los nuevos planes de la empresa, que sólo buscan “multiplicar sus beneficios”.
Por ello, la próxima cita para la protesta será en poco más de un mes, concretamente el 20 de junio, y esta vez en la capital onubense, donde protagonizarán una marcha desde la sede de la Federación Onubense de Empresarios (FOE) hasta la Plaza de Las Monjas, con parada en el Ayuntamiento, donde pretenden reunirse con el alcalde, Pedro Rodríguez, como ya hicieran en Palos con varios representantes del equipo de gobierno local.
El porqué de estas protestas, como han explicado en numerosas ocasiones representantes de los trabajadores a Viva Huelva, es paralizar “la disminución progresiva de la prevención y en consecuencia de la seguridad de las personas que trabajan en las distintas empresas del grupo, la pérdida de empleo y la sustitución de las contratas que tantos años llevan trabajando en ellas por empresas de fuera de Huelva con peores condiciones laborales, que cuentan con profesionales menos cualificados y que no cumplen el convenio provincial del montaje de Huelva”.
Un “frente común”
Esta nueva movilización se decidió en una reunión posterior a la marcha en Palos en la que participaron representantes de Cepsa-Huelva y de las contratas, en la que, entre otros asuntos, se abordó la necesidad de mejorar la organización de futuras movilizaciones y aumentar el número de participantes. 
Precisamente, en la marcha de Palos hubo una asistencia mayoritaria de trabajadores del Metal, algo entendible, ya que están llamados a la huelga a partir del día 27 de este mes, pero lo que persiguen los representantes de los trabajadores de Cepsa es “convencer a todos los trabajadores del grave problema que tenemos con la nueva política de la empresa, que nos afecta a todos, plantilla y contratas, con el objetivo de doblar los beneficios recortando costes salariales como sea, incluso a costa de la prevención y de la seguridad de los trabajadores y su entorno”.
Y lo peor, es que consideran que no es sólo Cepsa quién está llevando a cabo esta política, por ello, a largo plazo plantean la necesidad de crear un “frente común” de todos los trabajadores del Polo Químico, porque “estamos viendo que tenemos problemas comunes, recortes de gastos e incluso despidos para aumentar los beneficios como sea, con la excusa de la crisis”.