Agentes de la Policía Nacional han detenido a cuatro personas, todas ellas con antecedentes, como supuestas autoras de 90 delitos de robo con fuerza por haber supuestamente sustraído y vendido más de 1.000 kilogramos de cables de cobre en la provincia de Sevilla, así como a otras dos personas, responsables de sendas chatarrerías, por haber comprado el material presuntamente sustraído, que ha sido incautado por la Policía.
Según ha informado este jueves la Policía en una nota, esta actuación surge a raíz de la llamada 'Operación Cobre', desarrollada a escala nacional, y se inició con dos primeras detenciones de personas que supuestamente habían robado cables del referido material en las instalaciones de una compañía telefónica y una empresa de grúas de Camas (Sevilla) que posteriormente habían depositado en una chatarrería de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra.
Otras dos de las seis personas arrestadas son dos hermanos a los que se les atribuyen robos llevados a cabo en las instalaciones de una compañía eléctrica a las que supuestamente accedían empleando una llave falsa y utilizando uniformes de trabajo similares a los que usa la empresa para pasar desapercibidos mientras cometían el delito.
En total, y según los resultados de las gestiones realizadas por los técnicos de la compañía, estas personas habían actuado en un total de 80 centros de transformación eléctrica, valiéndose para ello de un "equipo especializado" compuesto por, entre otros materiales, "guantes aislantes de alta tensión y quita-fusibles, polímetros y otras herramientas aislantes".
Por último, las restantes dos detenciones afectan a dos responsables de otras tantas chatarrerías de la provincia de Sevilla a las que los cuatro primeros arrestados habían vendido los cables presuntamente robados, y que, por ello, están acusados de sendos supuestos delitos de receptación.