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San Fernando

“Jamás le he cerrado la puerta a nadie y jamás he dicho que no”

Para Fran Ocaña ‘Llegó la hora’ de la verdad, el cara a cara con el público que decidirá el futuro de este joven isleño.

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Ha cantado en bodas, comuniones, bautizos, verbenas, tablaos... lo que supone el mejor aprendizaje para alguien que empieza. Un  buen número de buenos músicos le ha ayudado a hacer realidad lo que quería y entre los ratos que le deja libre la promoción de su primer trabajo discográfico habla con INFORMACIÓN sobre el pasado, el presente,  y sobre todo, el futuro.

—’Llegó la hora’.
—Llegó la hora.

—Está de promoción, un trabajo pesado pero que tiene su parte buena. Es como dar a conocer a un niño recién nacido, que a unos les gustará y a otros no, aunque en el caso del disco son diez canciones, por lo que hay donde elegir. ¿Cómo va?
—Pues la verdad es que va muy bien. Empecé en las televisiones y las radios de Huelva, luego seguí por Sevilla y provincia y también he estado en Barcelona, en la promoción de Radiolé, con 13.000 personas y por todas las radios de Cataluña. Estuve en dieciséis radios en dos días.

—Un trabajo agotador.
—Un trabajo muy fuerte, porque de un sitio a otro eran 50 ó 60 kilómetros siempre corriendo, pero vamos, lo he hecho y me gusta.

—¿Qué sensaciones le está transmitiendo la gente?
—La verdad es que es buena. Hay gente que tiene que decir si le gusta o no pero también hay gente que es positiva, que le gusta el flamenco, algo diferente al cante puro.

—Pero usted empezó cantando flamenco. En realidad empezó cantando de todo porque iba por La Isla cantando por las calles.
—Yo iba por la calle en mi moto y cantando, saludando a los amigos, decían que hay que ver lo feliz que es el chiquillo este…

—Y en realidad tenía un sueño.
—Claro. A mí me encantaba cantar, igual que el que estudia periodismo y termina en Antena 3 o en un periódico fuerte, o…

—En el paro.
—En el paro. Pero yo quise meter mi vida en la música y estoy en ella. Por lo menos pan con manteca estoy comiendo.

—Pero le decía que empezó por el flamenco puro porque me ha dicho que tiene una foto mía de 1999 en el concurso de la Peña Camarón.
—Tengo una foto suya con Jesús Guerrero que pone “el tiempo y el estudio dirá lo que tengan que decir” ( se refiere al pie de foto de la crónica de esa noche recogida en San Fernando Información).

—Desde 1999 han pasado trece años y supongo que el tiempo y el estudio habrán dicho mucho. La verdad es que no he escuchado el disco entero, sólo una canción, y he visto un disco comercial. Y yo creo que es fundamental en un primer disco porque no sólo es el cantante, también hay que tener suerte con la canción que se elige como tema estrella y que guste a la gente.
—A mí me hubiera gustado hacer unos fandangos,  u otro estilo de cante, pero decidí hacerlo con orquesta para que pegara más. Y evidentemente está teniendo buen resultado. Esperemos que por lo menos llegue a algo.

—¿Cómo se graba hoy un disco? Las casas de discos ya no son lo que eran, que grababan, promocionaban y lo hacían todo. Eso ya no existe.
—Ya no existe. La verdad es que yo he tenido mucha suerte porque me he llevado nueve años trabajando de pintor en una empresa muy conocida de San Fernando y decidí ahorrar un poquito cada año. Yo vivía con mi madre y ahorraba mucho, cantaba en la peña de Ubrique, del Chato, del Mellizo en Cádiz, Juan Villar, la Perla, iba a Jerez… y lo que ganaba lo ahorraba. Tenía unos ahorros, lo quise hacer, vi algo en mí porque tú tienes que creer en ti porque si no crees en ti no llegas a ningún lado. Decidí mi propio futuro gastándome mi dinero en lo que me gusta en vez de tenerlo en el banco o en mi casa.

—Y lo ha invertido en su sueño.
—Lo invertí en grandes músicos. Fue un conjunto de todo, se consiguió un feeling que hasta el productor decía que sería una pena si el disco no llegaba a ningún sitio por el ambiente que se había creado en la grabación, en el apartamento cuando terminábamos, con su piscina… y nos lo pasamos muy bien. Fue en verano en Sevilla, con mucho calor, pero se ha hecho todo con mucha energía y cuando se terminó ya había varias discográficas dispuestas a cogerlo, pero me quedé con MaveMusic que es la que me apoyó y la que lo está distribuyendo.

—Firmó discos el sábado pasado en 'El Corte Inglés'.
—El día 2 de marzo.

—Por lo que vi en la foto, había mucha gente.
—Sí, había gente.

—Y se presentó en el Teatro de las Cortes en concierto y con la taquilla vendida, que no lo puede decir cualquiera. Es verdad que el Teatro sólo tiene 380 butacas aproximadamente, pero aquí vienen actores de gran talla y no lo venden todo.
—Las entradas se pusieron a la venta el día 22 ó 23 y el día 28 ya no había. Me llamaron muchos amigos diciéndome que me querían ver pero que no había entradas e incluso tuve que apagar el móvil porque no los podía atender. A mí me hubiera gustado darles una entrada.

—¿El directo o el estudio? ¿Está más a gusto en la grabación o ante el público?
—Me siento más a gusto en directo. En el estudio me siendo bien porque se escucha muy bien, estás en la gloria, pero en directo se siente a la gente, le das lo que les guste, interactúas…

—La pregunta puede parecer tonta, pero hay músicos que trabajan muy bien en el estudio y luego no dan lo mismo en el directo. Ejemplo, ‘Triana’.
—En el disco hay mucha música, pero se puede hacer en directo. Hay artistas que meten muchísimas cosas y en los directos no es igual. Yo decidí meter poquito y meter calidad, palmas, piano… para que el directo se haga igual que el disco o incluso mejor, porque en el directo estás con más ganas, con más sentimientos. En una pecera se canta, pero no se canta igual que cuando la gente te dice ole y hace que se te sientas bien.

—Me supongo que el mundo de las actuaciones está ahora chunguillo, y no sólo porque haya subido el IVA. Los ayuntamientos no contratan, los empresarios no se arriesgan, hay veces en las que empiezan a montar y promocionar un espectáculo  y quince días antes lo anulan… Las cosas están mal para los artistas.
—Yo soy consciente de lo que hay. Antes se ganaba mucho dinero y ahora lo que necesitamos es que nos paguen un dinero normal, el de un trabajador cualquiera, un caché mínimo. Hay mucha crisis, la gente no va a los conciertos porque no hay dinero y hay que actuar por lo mínimo para que la entrada sea asequible.

—La receta es abaratar el precio del disco y el de los conciertos.
—Está claro. La crisis es mundial y si hay que ir por un mínimo, se va. E incluso si hay que ir gratis a cosas benéficas que me han pedido, yo jamás le he cerrado la puerta a nadie y jamás le dicho a nadie que no. Amigas mías me han llamado para cantarles en bodas, que yo he cantado mucho en bodas, y no les puedo cantar una misa entera, pero un cantecito les puedo hacer.

—Ha hecho de todo.
—De todo. He cantado en bodas, en comuniones, en verbenas… Hace poco me llamaron mis vecinos de Puerto de Palos y estuve allí, amigos míos que hacen algo benéfico, para Yasmina… Evidentemente son cosas que hay que hacer. Si tu ayudas a personas que lo necesitan te ayudarán. Hay que ayudar para que ayuden a ti. Cuando yo necesité a grandes músicos para el disco llamé a mis amigos, a Juani de La Isla, a Jesús Guerrero, Diego Magallanes, Dani Gallego… Llamé a los músicos que son mis amigos pero que creo que son de los mejores.

—En eso estaba pensando. Sólo con el Juani y con Gallego tiene un filón.
—He tenido mucha suerte de llamarlos y de que vinieran, porque el disco se grabó en cuatro meses y medio y han estado allí semanas y semanas. Una semana iba Juani, la otra Jesús, luego volvía Juani, Diego, Faluki… Hay mucho tiempo en esa caja (por el disco).

—Las actuaciones en las verbenas, bodas, bautizos y comuniones suelen considerarse como de artistas que todavía no tiene nombre, pero yo las considero una magnífica escuela para un cantante, igual que un tablao para un cantaor o un bailaor.
—La verdad es que es donde se pasan fatigas porque puedes subir y encontrarte un bafle de cuarto de baño, micrófonos que se caen… Tienes que mostrar tus ganas y pasar las fatigas.

—Y una vez que se pasa por eso no se espanta uno de nada.
—Y si tengo que pasar otra vez lo hago. Con eso te das a conocer, demuestras lo que eres…

—Así han empezado muchos. Niña Pastori, Sara Baras…
—A Niña Pastori he oído que Camarón la subió al escenario en La Salle. Y todo el mundo empieza por ahí y no creérselo nunca, ser humilde, ir con tus amigos, yo soy muy familiar y me encanta estar con mi familia y a mi Isla la quiero mucho.

—Ahora tiene un disco y tiene más responsabilidad. Es como subir en el escalafón, de novillero a matador de toros. ¿Qué es lo que hay a partir de ahora?
—Coger la furgoneta y luchar mucho. Que salgan muchas actuaciones e ir por todos lados. Esas son mis opciones.

—Me supongo que estará preparando la campaña de verano.
—Ya hay cerradas varias actuaciones. El día 1de mayo en Córdoba, el 26 de abril en Málaga con José el Francés… hay muchas opciones, pero es como dice, hay crisis y hay que bajar el caché y dar energía.

—¿Siente el apoyo de la gente de San Fernando?
—Yo lo siento. Creo que soy querido por mis amigos y por la gente que me conoce.

—Y sobre todo es seguido. Lo digo por los comentarios que escriben en ‘andaluciainformacion.es’, que hay de todo, pero las noticias son de las más leídas.
—Yo esas cosas no las leo, no me gustan, pero sí soy consciente de que hay gente que les gusto y a otros no. Y lo respeto. Yo a La Isla siempre la he llevado a cuestas, he estado en Barcelona y me han preguntado de dónde soy y he dicho de San Fernando, de la Isla de Camarón, que es como se conoce en toda España. Porque Camarón para mí es el mito más grande que hay en toda la historia.

—Yo siempre he tenido claro que la gente tiene que hablar, bien o mal, pero que hable. Y cuando digo que suscita mucha reacción por parte del público, buena o mala, estoy diciendo que es una persona que vende.
—Claro.

—Lo que tiene que vender es el disco.
—El disco hay que venderlo, pero vamos, yo hice la firma, había mucha gente y se vendieron muchísimos discos. Vinieron otros artistas y vendieron cincuenta y tantas copias y yo llegué a 156. Después del Teatro donde se vendieron doscientos y pico de discos, vendí en Fibes, en la Pasarela Simof, estuve el día 7 en Jerez en las Bodegas Byass y también se vendieron muchos, en Sevilla en la Parrada, con la duquesa de Alba en el Rastrillo… y la verdad es que no me esperaba que iba a funcionar. Creía que me iba a ver solo.

 

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