La mediación del árbitro designado por el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de la Junta, Jesús Cruz Villalón, no ha permitido que la dirección de la empresa mixta de limpieza Limasa y los trabajadores lleguen a un acuerdo en el conflicto surgido a raíz de la pretensión de la sociedad de cambiar los descansos y las vacaciones de los empleados fijos para minimizar las contrataciones de eventuales. Más aún, la plantilla mantiene la asamblea de este sábado para decidir si convoca huelga en plena Semana Santa.
En la segunda reunión a la que estaban citadas ambas partes este viernes por el catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social Social, en el Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Labores de Andalucía (Sercla), ha vuelto a vivirse durante una hora y cuarto aproximadamente el distanciamiento entre la dirección y los trabajadores. Por tanto, se está ahora a la espera del laudo de obligado cumplimiento de este experto, que tiene como plazo máximo para emitirlo el 15 de marzo.
Cruz Villalón, aunque ha valorado la disposición de ambas partes, ha manifestado que hay asuntos que van más allá de lo que correspondía al arbitraje y que han impedido alcanzar ese consenso. "Había que buscar el equilibrio y eso no ha sido posible", ha declarado.
Por su parte, la dirección insiste en la necesidad de cambiar los descansos y las vacaciones de la plantilla fija para reducir los contratos eventuales y hacer frente así al recorte de seis millones de euros que tiene este año Limasa por parte del Ayuntamiento --el 49 por ciento del accionariado es municipal, mientras que el 51 por ciento restante corresponde a los socios privados--.
Así, el gerente de la empresa mixta de limpieza, Rafael Arjona, ha demandado celeridad a la hora de emitir el laudo por parte de Cruz Villalón, ya que mientras no tengan ese documento, Limasa estará "indefensa".
Los representantes de los trabajadores, por su parte, reiteran que el problema radica en que la empresa no está cumpliendo los acuerdos que se adoptaron en febrero de 2012 para evitar a última hora la huelga de limpieza. De hecho, exigen que no se desvinculen de la negociación del nuevo convenio colectivo los artículos 25 y 26, relativos a los descansos y las vacaciones y que son el objeto del arbitraje.
Los empleados mantienen, por tanto, el argumento del "incumplimiento por parte de la empresa del 90 por ciento de los acuerdos firmados hace un año", frente al "esfuerzo de la plantilla al dejar de ganar unos 2.800 euros anuales". En consecuencia, no aceptan ningún tipo de mediación mientras no se ejecute lo suscrito en el Sercla, tal y como ha señalado a Europa Press el presidente del comité, Manuel Belmonte.
Belmonte ha lamentado que "la empresa haya venido sin ganas de negociar ni de llegar a ningún acuerdo", y es que, según ha indicado, "el problema está en el fondo, que es el incumplimiento del acuerdo adoptado hace un año en el Sercla y las provocaciones durante todo este tiempo".
Entre los puntos más polémicos, se encuentra la supresión de los artículos del convenio que permiten desde 1989 que el puesto que un empleado deja por incapacidad, jubilación anticipada o fallecimiento pueda ser ocupado por un familiar.
Frente al acuerdo unánime de la Corporación municipal para poner fin a estas cláusulas, los trabajadores se oponen y defienden que "lo firmado en el Sercla en 2012 es inamovible y ya se verá en la negociación de 2013". "Nosotros firmamos lo que firmamos y ahora la empresa le da la interpretación que le interesa", ha subrayado el representante sindical.
Tampoco están dispuestos a una rebaja salarial, puesta ahora sobre la mesa por la empresa, ya que, como ha aclarado Belmonte, el compromiso de los trabajadores pasaba como mucho por la congelación.
Por ello, los trabajadores celebrarán este sábado una asamblea, en la que decidirán si convocan una huelga de basuras en Semana Santa, que, a priori, comenzaría a las 06.00 horas del día 22, Viernes de Dolores. "Parece que no hay otra salida porque nos están abocando a que haya este conflicto", ha advertido.
DE LA TORRE
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha insistido este viernes, por su parte, en que es "muy difícil" que los trabajadores de Limasa, "si actúan con sentido común, si hay buena fe, si hay apertura al diálogo y ese amor también a la ciudad, vayan a convocar una huelga para fastidiar la Semana Santa". "Lo dudo, confío en los trabajadores de Limasa", ha apostillado.
De la Torre ha recalcado, antes de conocer el resultado de la reunión mantenida con Cruz Villalón, que cree en "el sentido común de la gente, en la buena fe y en la capacidad de diálogo y entendimiento", algo que, ha manifestado, "hay que agotarlo antes de ir a cualquier tipo de conflicto".
En este sentido, ha comentado que "el conocimiento exacto de las ofertas municipales" se darán a los trabajadores. "Nosotros, desde el ámbito municipal, queremos que conozcan bien nuestra posición", ha insistido.
Un tema que, a su juicio, sí es "complejo" es el de si los puestos de trabajo son o no hereditarios. En este punto, ha recordado que existe un acuerdo del Pleno que lo impide y que es algo que los ciudadanos "no creo que lo entendieran". "En el convenio no podemos poner algo en contra de lo que el Pleno aprobó y no hay ninguna defensa jurídica del tema", ha dicho, al tiempo que ha indicado que la duda puede estar en si puede tener efecto retroactivo a 2012.
La empresa mixta tiene, según De la Torre, "un cliente serio, que paga, y el marco salarial --de los trabajadores-- no está mal". "Todo eso hay que verlo y nuestra obligación es tratar de que el Ayuntamiento dé los mejores servicios", ha recalcado, al tiempo que ha descartado pronunciarse sobre si se plantea rescindir o renegociar la prestación del servicio: "si hay que hablar del futuro hablamos en el futuro".
El presidente del comité de empresa ha criticado las declaraciones del regidor, ya que "los trabajadores de Limasa aman a Málaga y cuando hay que arrimar el hombro lo arrimamos, pero lo que no vamos a permitir es que nos tomen el pelo y nos vuelvan a engañar como hicieron el año pasado". "Una cosa es el amor a Málaga y otra la dignidad y nosotros vamos a defender nuestros derechos a capa y espada", ha dejado claro.