La Constitución elaborada por una asamblea de mayoría islamista ha sido aprobada por una mayoría de egipcios en un referéndum, según dijeron el domingo partidos rivales, tras una votación que la oposición considera que abre divisiones en el país más poblado del mundo árabe.
Los Hermanos Musulmanes, que llevaron al poder al presidente Mohamed Mursi en las elecciones de junio, dijeron que un recuento extraoficial apuntaba a que un 64 por ciento de los votos apoyaban la Carta Magna, tras dos rondas de votaciones que terminaron el sábado.
Un miembro de la oposición dijo también a Reuters que su recuento no oficial reflejaba una victoria del "sí".
El comité del referéndum podría no dar resultados oficiales hasta el lunes, tras las apelaciones. Si el resultado se confirma, se celebrarán elecciones parlamentarias en unos dos meses.
Los seguidores islamistas de Mursi dicen que la Constitución es vital para la transición a la democracia, casi dos años después de la caída del autócrata Hosni Mubarak. Afirman que el texto ofrecerá la estabilidad necesaria para ayudar a la frágil economía del país.
La Constitución es "una oportunidad histórica para unir a todos los poderes nacionales sobre la base del respeto mutuo y el diálogo sincero por el bien de estabilizar el país", dijeron los Hermanos Musulmanes en un comunicado.
Pero la oposición acusa a Mursi de impulsar un texto que favorece a los islamistas e ignora los derechos de los cristianos, que suponen en torno al 10 por ciento de la población, así como de las mujeres. Y tachan el texto de receta para futuras inestabilidades.
"Según nuestros cálculos, el resultado final de la segunda ronda es del 71 por ciento de los votos por el 'sí' y el resultado general (de las dos rondas) es del 63,8 por ciento", dijo a Reuters un miembro de la hermandad, que se encontraba en la sala donde se supervisaba la votación.
Sus cifras se vieron confirmadas poco después por un comunicado del grupo emitido en su canal de televisión.
La oposición afirma que las dos rondas de la consulta se vieron salpicadas de infracciones. Sin embargo un representante del bando opositor dijo que el resultado electoral es favorable a la Carta Magna, con casi un 70 por ciento de votos en la segunda ronda, en línea con las estimaciones de los islamistas.
"Están gobernando el país, celebrando las elecciones e influyendo en la gente, así que qué otra cosa podíamos esperar", comentó a Reuters un alto cargo de la principal coalición opositora, el Frente de Salvación Nacional.
PROTESTAS
La votación se repartió en dos días, ya que muchos jueces se habían negado a supervisar el proceso, impidiendo un único día de elecciones.
"Voy a votar 'no' porque Egipto no puede estar gobernado por una facción", dijo el corredor de bolsa Karim Nahas, de 35 años, en Giza, en los alrededores de El Cairo.
En otro colegio electoral, algunos votantes dijeron estar más interesados en poner fin al largo período de inestabilidad política en Egipto que en los aspectos islamistas del texto.
"Tenemos que tender las manos a Mursi para ayudar a arreglar el país", comentó Hisham Kamal, un contable.
Antes de la celebración de los comicios se registraron protestas con víctimas mortales, provocadas por la decisión de Mursi de otorgarse poderes extra en un decreto del 22 de noviembre y después acelerar el referéndum constitucional.
Horas antes de que cerrasen las urnas, el vicepresidente Mahmud Mekki anunció su dimisión. Dijo que había querido dimitir el mes pasado, pero que se quedó para ayudar a Mursi a abordar la crisis iniciada cuando el líder islamista amplió sus competencias.
Mekki, un destacado juez que dijo estar incómodo en política, había dicho antes que no se le había informado de la maniobra de Mursi para redoblar sus poderes. El momento de su dimisión parecía asociado a la falta de un puesto de vicepresidente en el borrador de Constitución.
La nueva ley establece un límite de dos legislaturas presidenciales de cuatro años. Indica que los principios de la Sharia, la ley islámica, sigue siendo la principal fuente de legislación pero añade un artículo para explicarlo. También señala que se consultará a las autoridades islámicas sobre la Sharia, una fuente de preocupación para grupos como los cristianos.
