Juan Diego Rosales, del colegio La Salle; Pablo Vera Gómez, del CEIP Juan Apresa; y María Pérez Medina, del Vicenta Tarín, han sido los alumnos arcenses que han conseguido los tres premios del X Concurso de Dibujo Escolar que la empresa Aqualia desarrolla en los centros educativos de Portugal, Italia y España. El certamen coincide y se falla con motivo del Día Internacional del Agua, con lo cual la empresa que vincula su actividad al tratamiento de las aguas residuales, quiere trasladar un mensaje de concienciación sobre el uso del recurso del agua, aunque finalmente, como reconoció el director de la empresa en Arcos, Manuel Morilla, acaban siendo los niños y jóvenes los que educan a los mayores en la preservación de nuestro entorno por una simple cuestión cultural y generacional.
Los alumnos premiados, acompañados de sus familias, profesores e incluso directores, fueron recibidos en el salón de plenos por el alcalde de Arcos, José Luis Núñez; el delegado de Medio Ambiente, Pedro Mayo, y el director de la empresa que gestiona la depuración de aguas en la localidad. Los premios consistieron, para el primero, en una cámara fotográfica acuática y, para el segundo y tercero, en sendos puzles magnéticos. Pero más allá del valor material del obsequio, el verdadero premio radica en que el trabajo de estos alumnos ha estado reconocido en medio de miles de dibujos en los que, de un modo u otro, los niños han expresado sus sentimientos hacia el agua como elemento clave en la vida del planeta.
La ocasión precisó que el alcalde explicara a los presentes la importante labor que ejerce la empresa internacional Aqualia en Arcos, consiguiendo depurar las aguas residuales del municipio para el uso humano, devolver el caudal al río Guadalete y regar, por ejemplo, el campo de golf Arcos Gardens. Una forma de “optimizar los recursos”, en palabras de Núñez.
Pero más allá de la importancia del trabajo de Aqualia en la ciudad, se encuentra una obra tal vez poco conocida y valorada, pero que en estos tiempos entraña un doble valor, cual es la aportación social y solidaria que la empresa realiza en los países donde presta servicio. Es el caso de su colaboración a través de la fundación Theodora, con la que se atiende en residencias a padres cuyos hijos se encuentran hospitalizados en un centro próximo. Éste es sólo un compromiso de los varios que desarrolla Aqualia con la sociedad. No podía ser de otro modo en una empresa adscrita a Fomento, Construcciones y Contratas, que destina parte de sus beneficios al desarrollo integral de las comunidades donde presta servicio y más allá de su área operativa. De hecho, la compañía da el valor de un euro a cada dibujo presentado al concurso, con lo cual dona a su obra social una importante cantidad; una iniciativa más que sumar a su perfil solidario.
La entrega de premios acabó también con la clásica fotografía entre las autoridades, la empresa y los alumnos a las puertas del ayuntamiento viejo de Arcos.
