El dato que ha dado a conocer el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en torno a la llamada deuda viva del Ayuntamiento de Ronda viene a demostrar que, tras la llegada del PP al poder en la ciudad, hace ya un año (y el reloj sigue corriendo), la deuda con los bancos es 2,5 millones mayor a la que se registró un año antes. Así, a finales de 2011, como se explica en este número, la cifra alcanzó los 16 millones de euros, siendo de 13,5 a finales del ejercicio 2010.
Lo sencillo, en este caso, sería acudir a la mala gestión del Partido Popular en el Ayuntamiento de Ronda, pero el análisis merece ser mucho más profundo y atender a otra realidad, o más bien a una pregunta: ¿quién firmó todos esos préstamos? Pues se da la circunstancia que la mayoría de los préstamos y créditos que ha firmado el Ayuntamiento en los últimos años, y que engrosan esa cifra, han sido suscritos con distintas entidades bancarias bajo gobiernos del PP, normalmente además con el Partido Popular dirigiendo la concejalía de Hacienda del Ayuntamiento de Ronda.
Es por ello que seguimos defendiendo desde estas páginas que la falta de gestión del Gobierno de la ciudad no se puede suplir continuamente, como está ocurriendo, con desairadas acusaciones a otros, sin pensar en la parte de culpa que uno tiene en la actual situación económica del Ayuntamiento. La situación, aún siendo mala, se demuestra en todo caso, como también ha desvelado RONDA SEMANAL, la mejor de todos los grandes Ayuntamientos de la provincia.
El otro dato que se revela en este número tiene que ver precisamente con esa gestión del PP al frente de la concejalía de Hacienda, en la que estuvo entre los años 2004 y 2008, que muchos calificaron de desmadrados con las famosas mociones de censura y pactos de ida y vuelta con grupos como el GIL, con manos levantadas por parte de Fernández, Barriga y Harillo, que ahora parecen recién llegados a la política. Con ellos en el poder, en 2008, la deuda viva alcanzó el récord de 19 millones. Hasta 2010, esa deuda bajó 6 millones. Ver para creer, como suele decirse.
