Después de casi 40 años como sacerdote de la parroquia ‘San Juan de la Cruz’, el expárroco don Tomás Colmenero Jiménez recibió ayer un sentido homenaje al inaugurar en el barrio de Loma del Royo un parque que lleva su nombre.
Ha sido a propuesta de la Asociación de Vecinos, que ayer lo acompañaron. Su presidente, Francisco Céspedes, aseguró que “es un parque sencillo, como el barrio y su gente”, señalando como vecino “muy querido” al sacerdote.
El arcipreste de Nuestra Señora del Valle, Santos Lorente, valoró que mencionar a un parque con el nombre de un sacerdote es “un homenaje a la Iglesia”.
Por su parte, el sacerdote homenajeado derrochó simpatía y buen humor durante el acto de inauguración. Ambas cualidades le sobran a sus 82 años (2 de abril de 1930).
El destino ha querido que en el mismo lugar donde sus padres poseían un olivar y que tantas veces contempló por ser parte de un barrio al que se ha entregado “tres tercios” de su vida, lleve ahora su nombre y sea un lugar de ocio para los vecinos del barrio y de toda la ciudad.
“Se habla de un pequeño parque, pero es grande de corazón”, dijo.
El alcalde, José Enrique Fernández de Moya, cerró el acto de inauguración con el descubrimiento del monolito en un entorno de 1.600 metros cuadrados. “Es un reconocimiento a un sacerdote de una impresionante categoría humana”, terminó.
