El baile como “una alegoría a la vida, el leitmotiv sobre el que Rubén Olmo, director artístico y coreógrafo del Ballet Flamenco de Andalucía, ha construido Metáfora, la producción para la temporada 2012 que llega al teatro Fernán Gómez de Madrid y que inaugura el ciclo Danza en la Villa. ‘
Metáfora está concebida como“una alegoría de la vida” y Olmo se ha inspirado para la obra en unos textos de Nietzsche, “que hablaban de la danza como una metáfora del pensamiento”. Precisamente ése ha sido el punto de partida para la concepción de la producción del Ballet Flamenco de Andalucía, tanto para la escenografía, composición musical o la iluminación así como para el número de transición entre la Suite Flamenca y Metáfora.
El número se estrenará en Madrid con una coreografía en la que se condensan todos los estilos que el espectáculo lleva a escena: desde la escuela bolera al flamenco más hondo. Olmo define este movimiento como la esencia misma de la obra, la que vertebra las dos partes y en la que escenifica cómo, desde el pensamiento, van surgiendo los movimientos que componen el espectáculo.
La música, también novedad en Madrid, es una composición de Agustín Diassera y ha contado con la participación del guitarrista Juan Carlos Romero y del pianista David Peña Dorantes. “
Metáfora es un ballet que parte de una primera parte más flamenca y continúa con una segunda de danza estilizada”resumen sobre la obra. El espectáculo comienza por bulerías de Cádiz y luego las Alegrías de Coral rendirán tributo a la escuela sevillana y a Matilde Coral, uno de sus baluartes.
Continuará por la taranta Ensueño, protagonizada por los solistas de la Compañía, Eduardo Leal y Patricia Guerrero, para que, más tarde, Pastora Galván, exhiba todo su carácter por jaleos extremeños. Unos tangos cerrarán esta ‘Suite flamenca, cuya música ha estado compuesta por David Carmona, y que, según Olmo, mezcla vanguardia y clasicismo.
En la segunda parte, bajo el título La danza como expresión del movimiento, el pulso del espectáculo se adentra primero en la danza estilizada para, en el segundo movimiento, recuperar “esos bailes andaluces”con aires del folclor de Málaga y Granada. Rocío Molina, firma la coreografía de tercer movimiento de la obra, y el cierre de esta propuesta lo pone todo el cuerpo de baile sobre el escenario.
