“Paralización”. Es la palabra con la que resume la oposición el primer año de mandato, desde que el PP ganara las elecciones por mayoría absoluta. Los socialistas denuncian el cierre de algunos de los proyectos que estaban en ciernes como el tranvía, los centros de mayores y polideportivos, mientras que IU lamenta las privatizaciones de los servicios que se han puesto en marcha.
“En un año la ciudad se ha parado”, afirma la portavoz del grupo socialista, María del Mar Shaw, quien pone al sistema tranviario como paradigma de esa paralización. A ello une la paralización de los dos centros de mayores y dos polideportivos, la rehabilitación del Castillo de Santa Catalina, o el cierre del Raudal de la Magdalena, el Refugio Antiaéreo o la Cámara Oscura de La Alameda de Capuchinos.
El gobierno municipal destacó como uno de los logros importantes el mantenimiento al día las nóminas de la plantilla. Para los socialistas demuestra la parálisis en la gestión, pues se trata de “una obligación que se tiene”.
Para Izquierda Unida, uno de los aspectos más preocupantes del balance de gestión es la privatización de servicios como la gestión y explotación del punto limpio -puesto en marcha por el área de Medio Ambiente en el mandato anterior- o los teatros municipales.
Falta de información
Para ambos grupos, la falta de información durante estos doce meses es alarmante. Mateos (IU) recuerda que muchos de los asuntos importantes como el plan de pago a proveedores o el plan de ajuste presupuestario se han llevado por urgencia y con un “mínimo debate” con la oposición.
Los socialistas lamentan la ausencia de convocatorias suficientes de los órganos establecidos para dar cuenta de las decisiones a la oposición. “La opacidad del equipo de gobierno es máxima”, advierte Shaw, quien pone como ejemplo la gestión de los recortes en materia de personal y la inquietud que existe entre los sindicatos por posibles despidos.
