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Vecinos de Benatae recuperan el suministro eléctrico tras la reposición del cable robado por parte de Endesa

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Los vecinos de Benatae (Jaén) que se vieron afectados este jueves por el corte de suministro eléctrico como consecuencia del robo de cableado de cobre cuentan ya con un servicio totalmente normalizado, después de que los técnicos de Endesa trabajasen durante buena parte de la jornada en su reposición.

Fuentes de la compañía consultadas por Europa Press han destacado este viernes la efectividad de las labores de los 14 operarios que desde la 8,00 horas se dedicaron a reemplazar el cable sustraído en una línea de media tensión que da suministro eléctrico a la localidad, ubicada en la zona norte de la provincia. "Ocho horas después, sobre cuatro de la tarde, volvieron a tener servicio", han comentado sin precisar por el momento la inversión que ha supuesto la intervención.


El robo de cobre, del que se tuvo conocimiento a primera hora de la mañana de este jueves, provocó que 63 clientes de Benatae quedaran sin luz hasta el término de esta actuación, cuyo fin se adelantó sobre las previsiones de la propia Endesa que, en principio, indicó que podría concluir a última hora de la tarde-noche. En cualquier caso, y para minimizar esta incidencia, trasladó un grupo electrógeno a la zona de la pedanía del Cortijo de los Lagartos, donde había cerca de 40 clientes afectados.

El robo de cobre, que fue denunciado a la Guardia Civil, se produjo en aproximadamente tres kilómetros de una línea de media tensión (25 kilovoltios) que da servicio a esta zona en un tramo que transcurre cercana a la carretera entre las localidades de la Puerta de Segura y Siles.

Más allá del material sustraído y las pérdidas económicas que se derivan para la empresa, hurtos como éste suponen un riesgo importante tanto para quienes los realizan como para las personas que se encuentren en las inmediaciones de las zonas donde se ha cometido el robo, ya que podrían tocar accidentalmente elementos que han quedado accesibles y en tensión (cables sueltos) o desprotegidos frente a derivaciones como cuando son robadas las puestas a tierra (vallas perimetrales).

Además de provocar el corte de suministro eléctrico para los vecinos de las zonas afectadas, también constituyen un peligro para los técnicos que tienen que reparar las averías y reponer los elementos robados, dadas las tensiones con las que se trabaja. Por todo ello, Endesa viene trabajando en colaboración con las fuerzas de seguridad para frenar la proliferación de este tipo de delitos.

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