Esta iniciativa, que Sanz calificó como “revolucionaria”, establece un plan estratégico de futuro que permitirá “recuperar espacios portuarios infrautilizados” y corregir “deficiencias de equipamientos en la ciudad”.
Entre las medidas que se tomarán está la recuperación de la Playa de los Ladrillos, destinar a uso ciudadano el Llano Amarillo vinculándolo a un nuevo trazado de la avenida Virgen del Carmen e incluyendo la idea de un futuro Palacio de Congresos; o la puesta en valor de los terrenos de la Dársena del Saladillo.
Además, se plantean solventar la conexión entre los accesos sur y norte reordenando la intersección de El Saladillo y el enlace al final del Paseo de la Conferencia.