“El metal se pega congelado a la piel. Por ese motivo no se deben retirar ese tipo de adornos a temperaturas bajo cero”, advirtió ayer un portavoz de la caja sanitaria Techniker Krankenkasse (TK) con motivo de la ola de frío que azota Alemania, donde ayer de madrugada se registraron en el este del país hasta 26 grados bajo cero.
La retirada de dichos adornos puede dar lugar a dolorosas quemaduras por congelación en lugares sensibles como la nariz, los ojos o la boca, advirtió la TK, que ha realizado un estudio sobre la problemática del piercing y sus consecuencias para la salud.
Los científicos de la citada caja de servicios sanitarios subrayaron que el metal se enfría con suma rapidez y en las partes del cuerpo expuestas directamente al frío los piercing enfrían el tejido de su entorno y estrangulan la circulación sanguínea, por lo que las piezas metálicas se pueden pegar por congelación a la piel, explicó la TK.