Cinco años han pasado ya desde que el 14 de marzo de 2020 se decretara el confinamiento general de la población en todo el país como medida extraordinaria frente a la pandemia de la COVID-19. Aquella fecha marcó el inicio de una etapa profundamente compleja para la sociedad, que obligó a afrontar una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes. También fue el punto de partida de un esfuerzo colectivo sin igual en el que "San Fernando supo estar a la altura, demostrando responsabilidad, resiliencia y capacidad de adaptación", destacan desde el Ayuntamiento isleño.
En esta fecha tan señalada, la alcaldesa, Patricia Cavada, sigue recordando “con emoción y respeto todo lo vivido, lo sufrido, y también todo lo que fuimos capaces de hacer como ciudad”. “Detrás de cada mascarilla había una historia, una familia cuidando de otra, una empleada o empleado público dando lo mejor de sí, un vecino que ayudaba en silencio… En medio de tanto sufrimiento, nuestra ciudad demostró una humanidad inmensa y una capacidad de superación que nos hace sentir profundamente orgullosos”, ha añadido.
La alcaldesa ha querido también poner en valor el papel del Ayuntamiento, que supo estar a la altura en un momento sin precedentes e impredecible. “Nadie estaba preparado para lo que vino, pero supimos reaccionar con responsabilidad, rapidez y empatía. San Fernando se convirtió en una ciudad que cuidaba, que protegía, que respondía”. Gracias a ello, “hoy, más que nunca, sabemos que somos una ciudad fuerte, solidaria y con un tejido humano e institucional capaz de sostenerse en los peores momentos”.
Al hilo de ello, ha destacado también el importante papel de los colectivos de la ciudad, que, pese a lo que la pandemia supuso para ellos de paralización de su actividad, apostaron por reinventarse y colaborar en todo lo necesario siendo un claro ejemplo de solidaridad.
Como ha recordado, el Ayuntamiento de San Fernando activó desde el primer momento todos sus recursos con el único objetivo de proteger a la ciudadanía, garantizar la prestación de los servicios públicos esenciales y ejercer de escudo social ante las consecuencias de una situación completamente desconocida y cambiante.
Respuesta inmediata, firme y coordinada
Días antes del decreto de Estado de Alarma, el Ayuntamiento ya adoptó las primeras medidas preventivas de contención, como la suspensión de actividades públicas, el cierre de espacios públicos como bibliotecas o centros cívicos, además de intensificar las labores de información y concienciación ciudadana.
Con el confinamiento se fueron ampliando las medidas y se desplegó un dispositivo integral de respuesta municipal que incluyó el cierre de instalaciones, la reorganización de los servicios municipales, el fomento del teletrabajo entre la plantilla municipal y la implantación de servicios mínimos presenciales rotatorios en áreas esenciales.
Se reforzó la limpieza viaria, de jardines, de contenedores, control de plagas, la recogida de residuos, vigilancia en espacios públicos y se aplicaron medidas de control de aforo en el transporte público, entre otras. La Policía Local trabajó constantemente de forma coordinada con el resto de los Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas para velar por el cumplimiento de las restricciones y atender a los colectivos más vulnerables.
La respuesta municipal fue "inmediata y planificada", siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias, pero siempre con un mensaje claro de serenidad, responsabilidad y colaboración ciudadana. "San Fernando fue ejemplo de colaboración institucional," reconociendo también el papel esencial que desempeñaron en aquellos meses las Fuerzas Armadas en la ciudad, contribuyendo con su presencia a las labores de desinfección, apoyo logístico y acompañamiento a la ciudadanía.
Ayudas, atención y protección a los más vulnerables
El Ayuntamiento puso en marcha desde el inicio de la emergencia un verdadero escudo social. Se agilizaron trámites en un tiempo récord, llegando a abonarse ayudas sociales en menos de 48 horas. Se triplicaron los fondos destinados a emergencia social y se garantizó en todo momento la ayuda a domicilio para las personas dependientes.
Una de las actuaciones más emblemáticas fue la creación urgente, solo cuatro días después del confinamiento, de un albergue provisional para personas sin hogar que se convirtió en un ejemplo de respuesta rápida y eficaz. Esta iniciativa fue una oportunidad para personas que estaban en situaciones límite garantizándoles en todo momento alojamiento y cuidados.
También se reforzó el apoyo a entidades solidarias como Cáritas, San Vicente de Paúl o El Pan Nuestro, fundamentales para el reparto de alimentos, artículos básicos y la atención a los colectivos más vulnerables. Asimismo, se promovieron medidas excepcionales como la suspensión del calendario fiscal, el respaldo económico a familias vulnerables y el impulso de programas de cobertura social para personas mayores sin apoyo familiar.
El Ayuntamiento tejió una red amplia de cuidados que abarcaba múltiples aspectos, desde el refuerzo del servicio de compra a domicilio del mercado a la puesta en marcha de una aplicación web con consejos saludables y propuestas de ejercicios para mantener la actividad deportiva en casa, entre otras iniciativas para no descuidar ni dejar a nadie atrás.
Medidas para sostener el tejido económico local
El Ayuntamiento de San Fernando también activó un conjunto de iniciativas para minimizar el impacto económico de la crisis sanitaria en los sectores productivos de la ciudad. Se puso en marcha el Plan Factura Cero para agilizar el pago a proveedores y se habilitaron líneas de ayudas directas a autónomos, pymes y comercios locales. Se aprobaron exenciones y bonificaciones fiscales, como la suspensión del pago de tasas de terrazas a la hostelería.
Asimismo, se creó un servicio de asesoramiento especializado para autónomos y pymes, se impulsaron campañas de promoción del comercio y la hostelería local, se bonificaron las obras para adaptar los locales de hostelería a las medidas COVID y se constituyó una comisión especial de reconstrucción para planificar la recuperación económica y social desde la unidad y el consenso.
Gracias a las inversiones realizadas en transformación digital y administración electrónica, San Fernando fue el único ayuntamiento que en solo un mes ya estaba resolviendo y abonando ayudas de emergencia. De hecho, en apenas dos meses ya había abonado casi ocho millones de euros en facturas, ayudas a las familias y a los sectores más afectados por la crisis sanitaria, para inyectar liquidez a las empresas y aliviar la situación de los más vulnerables.
Durante los meses más duros, el Ayuntamiento fue un colchón fundamental para la economía local, pero no se centró solo resistir, sino también en preparar la recuperación. Las medidas fiscales se reorientaron con un enfoque más social, priorizando la protección del empleo, el estímulo del tejido productivo y la reactivación económica.
Refuerzo de los servicios públicos municipales
El 2 de mayo de 2020 se permitió nuevamente la salida a la calle, marcando el inicio del proceso de recuperación y el fin paulatino de la distancia social. Poco a poco se reactivaron los servicios, se abrieron parques, se reanudaron las actividades deportivas y culturales, y se avanzó hacia la nueva normalidad.
La pandemia evidenció el valor estratégico de los servicios públicos y su capacidad de adaptación. El Ayuntamiento de San Fernando reforzó todas sus áreas esenciales y el cuidado de la ciudad. Se intensificó la limpieza de colegios con turnos dobles, se incrementaron las labores de desinfección en centros de mayores, se mejoraron los protocolos de higiene en las playas y parques infantiles, instalaciones deportivas y edificios municipales, además de dotar a la plantilla municipal de equipos informáticos y los medios materiales para fomentar el teletrabajo garantizando su seguridad y la continuidad de todos los servicios.
El Ayuntamiento también puso a disposición espacios municipales para la vacunación masiva, se coordinaron medidas específicas para garantizar una vuelta segura a las aulas junto a la comunidad educativa, se reforzó la limpieza en las barriadas, en los mercados municipales, entre un largo etcétera de medidas.
Aprendizaje y superación sin olvidar lo vivido
El colapso hospitalario, las calles vacías, las mascarillas, las PCR, las restricciones nocturnas o las medidas de distanciamientomarcaron el día a día en los momentos más duros de la pandemia. Cinco años han pasado ya de aquel tiempo sin abrazos, sin contacto y sin poder despedir como se merecían a nuestros seres queridos.
El Ayuntamiento y toda la sociedad isleña recuerdan hoy al más de un centenar de isleños e isleñas perdieron la vida a causa del coronavirus, y también rinde homenaje a todas las personas que hicieron posible superar esta crisis: a los profesionales sanitarios, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, a la Armada, a los trabajadores y trabajadoras municipales, a los comerciantes, a los vecinos y vecinas que cuidaron de sus mayores, a quienes no salieron en los titulares pero que sostuvieron la ciudad con su esfuerzo diario.
A lo largo de este periodo, San Fernando ha demostrado ser una ciudad capaz de sobreponerse, de adaptarse y de avanzar sin dejar a nadie atrás. El Ayuntamiento ha mantenido durante todo este tiempo un compromiso firme con la protección social, el impulso económico, la seguridad sanitaria y la reconstrucción colectiva.
La experiencia vivida ha dejado profundas enseñanzas. Se ha reafirmado el valor de los servicios públicos, la necesidad de contar con instituciones preparadas y la importancia de tejer redes solidarias. También ha reforzado la convicción de que el desarrollo social y económico debe avanzar desde la justicia social, la igualdad y el bienestar colectivo.
Cinco años después," San Fernando honra la memoria de quienes ya no están, reconoce el esfuerzo de quienes estuvieron en primera línea", agradece el compromiso de la ciudadanía y continúa trabajando para seguir construyendo una ciudad más justa, más resiliente y más preparada para afrontar cualquier reto.
