Como agua de mayo. Así esperan las peñas del San Fernando Club Deportivo y la afición azulina en La Isla la firma del contrato del Ayuntamiento con la UTE adjudicataria para poder comenzar las esperadas obras del nuevo estadio de fútbol, cuyo inicio estaba previsto para el pasado 18 de enero.
En esa misma semana, el Gobierno local se vio obligado a suspender este simbólico acto de la primera piedra que marca el inicio de los trabajos por cuestiones administrativas. La razón no era otra que dar cumplimiento a los criterios técnicos que exige este proceso a la adjudicataria, como es el caso de la acreditación de la solvencia de las subcontratas que trabajarán en este proyecto millonario.
Como explican desde el equipo de Gobierno, no fue hasta el pasado viernes 31 de enero, cuando la UTE adjudicataria presentó toda la documentación requerida correctamente. Solventar este trámite imprescindible para dar el último paso le ha llevado un mes, de ahí que los plazos que barajaba el Gobierno municipal se hayan retrasado unas semanas, puntualizan desde el Gobierno local.
No obstante, desde el Ejecutivo municipal no contemplan otro escenario que no sea este mes de febrero para rubricar el contrato y comenzar las obras. “Tiene que verificarse y en cuanto se verifica se pasa a firma para la primera piedra”, apuntan, por lo que el arranque de los trabajos puede ser ya cuestión de días.
Así serán las obras
Las obras de remodelación del estadio iberoamericano de San Fernando, uno de los grandes proyectos del Gobierno de Patricia Cavada para este mandato, se adjudicaron por 11 millones de euros el pasado mes de noviembre a la UTE formada por Vilor Infraestructuras SL, con sede en Valencia, y Trafisa Construcción Medioambiente SA (Granada). El plazo de ejecución es de 16 meses, con idea de que estén concluidas en el verano de 2026, según las fechas que se barajaban en noviembre.
La reforma integral, que no afectará al calendario deportivo, consistirá en una profunda intervención del estadio municipal de fútbol, formado en la actualidad por pista de atletismo y campo de fútbol, para convertirlo en un estadio exclusivamente destinado a la práctica de fútbol, dotarlo de mejores instalaciones y prestaciones, así como para mejorar su imagen urbana.
Las características técnicas y definición del estadio serán acordes a Segunda División según la Real Federación Española de Fútbol, siendo las dimensiones del campo las máximas permitidas por el reglamento FIFA. Tendrá un aforo mínimo de 6.000 y un máximo de 10.000 personas y, entre otras cuestiones recogidas en el pliego, se contempla la conexión a la red de riego con agua del terciario reutilizada.
El diseño propuesto implica mantener la tribuna actual, contemplando trabajos de mantenimiento previo, hacia la cual se traslada el nuevo campo de fútbol ocupando la franja de la pista de atletismo. El resto del espacio se aprovechará para construir un nuevo graderío en dos niveles.